Mujeres al frente

Elecciones: El impacto del discurso misógino de cara al balotaje

El impacto de un discurso misógino y anti-derechos en la política argentina es preocupante y muestra una brecha significativa en la intención de voto entre hombres y mujeres. Según analiza Paola Zuban la diferencia es 60% varones y 40% mujeres, una diferencia inédita. En esta nota analizamos qué sucederá de cara al balotaje con los dos candidatos que deberán conquistar a la mitad mas uno. 
Por: Carina Ambrogi. Redacción La Marea Noticias
Por primera vez en Argentina un candidato que abiertamente difunde un mensaje violento, misógino y machista logra ingresar al tramo final de la contienda electoral para acceder al máximo cargo en la administración del poder del Estado. El avance de esta figura se da -casual o causalmente- después de un proceso histórico en el que las mujeres y diversidades tomaron las calles y el congreso, y protagonizaron avances institucionales en la ampliación del acceso a derechos humanos con igualdad entre géneros.
En el marco de todos los análisis que se habilitan en virtud de este resultado, La Marea Noticias puso el foco en cómo impacta un discurso como el de Milei en el voto femenino en Argentina.
“El discurso misógino y anti derechos a favor de eliminar las últimas conquistas de derechos, han hecho mella: es la primera vez en 27 años que vengo midiendo opinión pública, que tenemos una diferencia tan significativa entre varones y mujeres en la intención de votos”, explicó Paola Zuban, co-fundadora y directora de investigación de Zuban Córdoba.
En la segregación por género, la intensión de voto a Milei reportó una brecha de 60/40, una diferencia nunca antes vista, según señaló la investigadora consultada. El 60% de los votantes varones frente al 40% de votantes mujeres contrasta con los resultados para Massa, quien enfrenta en el balotaje a Milei con una intensión de votos preferentemente femenina.
Si bien la “agenda de género” no ha tenido gran protagonismo en la mayoría de los partidos que llegaron a la instancia de la elección general, con excepción de Miriam Bergman, hubo una identificación muy clara en cuanto a quienes tienen posiciones contrarias. “Javier Milei ha dejado muy claro su posición contraria y Sergio masa, por ejemplo, permanentemente convoca a las mujeres habla de la creación de espacios de cuidado, tiene una postura mucho más cercana a los temas de género”, analizó Zuban.

Marcha y contramarcha

La politóloga Aimé Aminahuel analiza el fortalecimiento de la figura de Milei como una respuesta al avance de los feminismos en los últimos años en el país. “Creo que el movimiento feminista sobre todo en los últimos años se ha instituido como un movimiento disruptivo del orden neoliberal. En ese sentido como sujeto político finalmente constituye también sus antagonistas, entre esos antagonistas están aquellos que reivindican las banderas de la “libertad económica”.
Para la politóloga, en Argentina y en la región surgen protagonistas que enarbolan una agenda masculina que además de atacar violentamente a las mujeres y diversidades, propone la desigualdad económica en la distribución de los ingresos, eje propio de los programas neoliberales.
“Me parece que no es casual, ni menor que ciertos sectores de las masculinidades se vean identificadas con Javier, mientras que las mujeres que han sido interpeladas de manera intergeneracional por el feminismo no”, señaló Aminahuel.
En virtud de un electorado mayoritariamente femenino en el país, la pregunta es cómo se disparan sin filtro estos discursos en momentos en que la cantidad de personas que adhieran a la propuesta es fundamental para obtener la victoria. Zuban responde que más fuerte que la conveniencia electoral, es la posición ideológica. “Tiene una postura ideológica muy concreta, las derechas radicalizadas a nivel mundial tienen una agenda anti género, anti inmigración, anti, transversal en todo el mundo, y con ese planteo tienen capacidad de convencer también a mujeres, de hecho el 40% del electorado de Milei son mujeres”, dijo.

De cara al balotaje

En noviembre ambos candidatos deberán seducir a la mitad más uno de la población. La presión de alcanzar esa cantidad de adhesiones implica analizar los discursos para llegar a la mayoría. Frente a este nuevo desafío ¿podrán sostener propuestas radicalizadas anti género?.
“La agenda de género no es el tema central de la campaña, cuando analizamos la adhesión a las propuestas te aseguro que el 90% de sus propios votantes están en desacuerdo. Puede parecer contradictorio, pero lo votan porque representa un cambio con respecto a la política tradicional, porque representa una ruptura del estatu quo político, porque representa el enojo que la ciudadanía tiene”, explicó Zuban.
Para la investigadora, hay una gran porción de electores de Milei que no están de acuerdo con una cancelar la educación pública ni privatizar la salud, pero si están de acuerdo con la dolarización o con reducir los planes sociales, y prefieren apostar a resolver los problemas económicos más urgentes entonces y resignan otros valores. “No todos los votantes de Milei son misóginos machistas y conservadores, muchos de ellos sí, pero una gran cantidad de ellos antes fueron votantes del Frente de Todos o de Juntos por el Cambio.
La crisis económica, la incesante inflación, y otros temas de impacto cotidiano son los que marcan la cancha para que muchas personas dejen pasar la misogínea o pongan en “standby” esos valores con tal de que les resuelvan otras cuestiones “más urgentes”.
En el mismo sentido, Aimé Aminauel entiende que “las elecciones son multicausales y los fenómenos electorales son complejos. Hay factores como la estabilidad económica que pesa bastante de aquí a los próximos meses. El juego discursivo de los candidatos va a tener que estar entre intentar apelar a ciertas estabilidad social, que muchas veces está muy vinculada a patrones tradicionalistas, con los que también se enfrenta a veces la agenda de género”, explicó. Como ejemplo recordó a Sergio Massa en el escenario tras el triunfo mostrando a la familia como valor tradicional.
Así las cosas, en esta contienda histórica en la que por primera vez la tercera fuerza en las PASO llega al balotaje, es de esperarse que la agenda de género deba colarse con temas “urgentes”, al menos hasta que la amplia mayoría de la sociedad comprenda de qué va esta “agenda”, que para muches es justamente de lo más urgente para alcanzar la estabilidad y prosperidad social y económica.
El impacto de un discurso misógino y anti-derechos en la política argentina es preocupante y muestra una brecha significativa en la intención de voto entre hombres y mujeres. Este fenómeno parece ser una respuesta a los avances del movimiento feminista y a la búsqueda de igualdad de género en el país. Es importante destacar que no todos los votantes de este candidato comparten sus valores misóginos, ya que algunos están más enfocados en cuestiones económicas urgentes. Sin embargo, la agenda de género sigue siendo fundamental para lograr la estabilidad y prosperidad social y económica en el largo plazo. La política deberá encontrar un equilibrio entre estas cuestiones en el proceso electoral.
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