Mujeres al frente

Comenzó un mundial histórico para las futbolistas

 Este jueves inició el noveno Mundial Femenino de Fútbol en Australia y Nueva Zelanda con una ceremonia que tuvo una fuerte presencia cultural de los pueblos originarios de ambos países, con mucho color y con la intención de mostrar al fútbol como motor de unidad entre las diversidades. Con más de 75 mil asistentes en Australia y casi 43 mil en Nueva Zelanda, se vivió un hecho inédito ya que se convirtió en el evento futbolístico más popular en la historia de esas naciones.

Por Laura Farina. Especial para La Marea Noticias

Por primera vez, millones de personas en todo el mundo se detendrán para verlas jugar a ellas. En estos últimos días llueven publicidades conmovedoras sobre las futbolistas. Las empresas, las asociaciones de Fútbol, los medios de comunicación parecen haber descubierto que las mujeres también corremos detrás de la pelota. No es una moda; miles de nosotras hace muchísimos años que queremos jugar al fútbol en la escuela, o patear al arco en la canchita del barrio, o vivir de este deporte. Sólo que nuestro grito de gol ha despertado al mundo hace relativamente poco. El partido ha ido cuesta arriba sin dudas, y aún falta mucho por descontar, pero la victoria colectiva es más importante que cualquier resultado individual.

Treinta y dos selecciones de todos los contienentes se darán cita para disputar este Mundial. Será posiblemente la última Copa del Mundo de las referentes más importantes en esta lucha por la visibilización; entre ellas Marta de Brasil, la capitana estadounidense Megan Rapinoe y la estrella argentina Estefanía Banini, nuestra 10. Pero también será el turno de 90 jugadoras sub 21 que, sin dudas, son el presente y el futuro de este deporte.

A quienes les gusta sólo el aspecto futbolístico, les alcanzará ver la publicidad de la Federación Francesa de Fútbol para observar la calidad de sus jugadoras. Su DT es nada más ni nada menos que Hervé Renard, el mismo que dirigió a Arabia Saudita en Qattar 2022 y que le ganó a Argentina su primer partido para luego decretar que la selección albiceleste sería campeona mundial.

Para quienes nos interesa, también, contemplar la irrupción escénica de miles de mujeres que muestran que además de un deporte, de una imagen, hay un camino delucha, de reclamos, de presencias disrruptiva, de goce de la rebeldía, de saberse vivas, de sonreirle a tanto estereotipo machirulo; este Mundial es para disfrutar.

Si bien hay que celebrar todo este crecimiento mediático y popular (ya se vendieron más de un millón de entradas), todavía falta mucho por mejorar. Y las jugadoras han preferido no quedarse calladas ante las injusticias que se siguen repitiendo. Reciéntemente, la selección de Sudáfrica -rival de Argentina en primera ronda- se negó a presentarse al partido despedida porque la Federación de Fútbol local no les ha garantizado que el dinero que otorga la FIFA a cada futbolista llegue a sus manos.

Al mismo tiempo, las australianas, co-anfitrionas del Mundial, expresaron su malestar porque el premio que otorga ese organismo, si bien es importante, todavía no iguala al fútbol masculino. “FIFA todavía ofrece a las mujeres una cuarta parte del dinero que ganan los hombres por el mismo logro”, manifestó Tameka Yallop, jugadora de Las Matildas, como se las conocen.

En tanto que la selección de Jamaica, las “Reggae Girlz”, mantienen una lucha histórica para ser respetadas profesionalemente. La hija de Bob Marley, Cedella Marley, quien también es música, inició una campaña para poder ayudarlas económicamente luego de reiteradas situaciones de menosprecio de parte de las autoridades nacionales de fútbol de su país.

Los reclamos se multiplican en las distintas latitudes. Colombia y Costa Rica también han sufrido bajas de jugadoras que denunciaron maltratos; Alemania e Inglaterra reclamaron que sus Federaciones aporten financiación más allá de los premios otorgados por la FIFA; el entrenador de Nigeria salió públicamente a exigir que se respeten los derechos de las futbolistas; las canadienses hicieron huelga hace pocos meses porque habían recortado el presupuesto para las inferiores femeninas.

Mientras que el entrenador de Zambia, Bruce Mwape, fue denunciado por abuso y aun sigue en el cargo. “Si Mwape quiere acostarse con alguien, tienes que decir que sí. Es normal que el entrenador se acueste con las jugadoras de nuestro equipo”, contó una futbolista al diario The Guardian. Según informó ese periódico, la FIFA está al tanto de una investigación contra el DT que data de 2018 pero no ha hecho nada al respecto.

Lentos para algunas cosas y ágiles para otras, la organización internacional de Fútbol ha prohibido que se use el brazalete OneLove que lleva los colores LGBTQ+. Se podrá elegir entre otras opciones similares pero no estará permitido el que usan normalmente las futbolistas.

 

Un fútbol de todes

“El fútbol va a ser de todes, o no va a ser”, dice en cantito que suelen entonar las jugadoras más comprometidas. Si bien es cierto que al ser un deporte tan popular, muchas de las mujeres que lo juegan dicen no tener nada que ver con la lucha feminista, en lo concreto, para ellas, poder jugar al fútbol es una reinvindicación que las enfrenta a un montón de estereotipos familiares y que al mismo tiempo las empodera.

La máxima referente brasilera, Marta, jugará su sexto y último mundial. Tiene 6 balones de oro, uno más que Cristiano Ronaldo, uno menos que Messi. En 2019 consiguió anotar en 5 mundiales distintos y ahora va por el sexto. Tuvo que bancarse que la llamaran la “Pelé con falda” pero en 2007, durante los juegos Panamericanos, la hinchada cantaba “yo no vi jugar a Pelé, pero vi a Marta”.

Pese a todos esos récords, hasta el día de hoy, se le ha negado la Copa del Mundo. Sin embargo, es indiscutible lo que ha conseguido para un sinfín de mujeres que encontraron en ella una heroina. En 2019, al quedar eliminado Brasil en octavos de final, sumamente emocionada, les habló a las jugadoras más jóvenes: «El fútbol femenino depende de ustedes para sobrevivir. Piensen en eso, valoren más. ¡Lloren en el inicio para sonreír al final!».

En Argentina, en tanto, la máxima figura es Estefanía Banini. La 10, quien estuvo apartada durante 3 años de la selección luego de enfrentarse al anterior técnico, Carlos Borrello, dijo en su momento: “Queremos el crecimiento real del fútbol femenino, queremos estar a la altura de las potencias. Queremos personas capacitadas con experiencia suficiente para aprender de ellos y no que al salir a jugar nos digan ‘nos defendemos porque no me quiero comer 11 de nuevo’”. De regreso a la albiceleste, hace unos días anunció que este será su último mundial. “Estoy cansada de pelear – dijo- y quiero disfrutar como un hincha más”.

Pero, sin lugar a dudas ha sido la estadounidense Megan Rapinoe quien ha hecho tambalear todos los discursos estigmatizantes, diciendo exáctamente lo que piensa y con todos los argumentos posibles. La jugadora, que obtuvo el balón de oro en 2019, es una militante de los derechos de las personas lesbianas y no le tiene miedo a las cámaras. Ha teñido su pelo de rubio, de plateado, rosado y ahora turquesa.

“Si eres una atleta destacada, hablar de tu sexualidad no es algo que hagas por ti misma, sino por los demás. Hasta que todo el mundo pueda salir del armario sin que eso cause problemas o revuelo alguno, nadie tiene derecho a solo vivir su vida”, expresó en su libro “One Life”.

No sólo se ha animado a hablar sobre sexualidad, fútbol y mujeres, públicamente enfrentada a Donald Trump, en ese mismo libro escribió: “Los afroamericanos nunca han ganado nada sin que ello conllevase pagar un alto precio. La época de los derechos civiles trajo consigo el acta de sufragio universal para millones de personas, ¿y qué hizo el gobierno? Presentar una serie de leyes que llevaron a la encarcelación en masa de la población negra, de forma que ahora uno de cada tres no puede votar”.

Pese a todos los reclamos, las futbolistas ya expresaron que van a dejar todo en la cancha. Porque a fin de cuentas, lo que importa para ellas es poder jugar al fútbol. Y si no, vean los festejos de las neozelandesas luego de ganar, hoy, el primer partido de su seleeción en un mundial, nada más ni nada menos que contra Noruega, uno de los cuatro países en levantar la Copa en toda su historia.

“Teníamos un objetivo claro de que queríamos inspirar a las niñas, a las jóvenes de todo el país y de todo el mundo. Y realmente creo que lo hicimos. ¡Todo es posible!”, exclamó en medio de la euforia, la capitana Ali Riley.

 

Dónde ver el Mundial

La televisación de todos los encuentros está a cargo de Direc Tv.

La Tv Pública transmitirá los partidos de Argentina. El primero será en la madrugada de este lunes 24 de Julio, a las 3 AM, contra Italia.

 

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