Mujeres al frente

Equidad en medios: hecha la ley siguen los tipos

En julio de 2021 se sancionó la ley de equidad de géneros en los medios de comunicación, un proyecto nacido en organizaciones feministas y de periodistas como respuesta a la caricatura de portada de esta nota. La subrepresentación de mujeres y diversidades en los medios es evidente y grosera. En esta nota repasamos la historia de la ley y cuáles son los obstáculos que demoran su reglamentación.

Por Inés Hayes para Revista Plaza

Ya pasó un año del día en que las mujeres, lesbianas, travestis y trans que trabajamos en medios de comunicación de todo el país festejamos la aprobación de una ley que iba a cambiar nuestras vidas: se nos reconocería el trabajo que hacemos, el cargo que ocupamos, tendríamos más chances de conseguir trabajo y se nos protegería de las violencias en los ámbitos laborales. Sin embargo, aunque la equidad en medios es ley, seguimos esperando su puesta en práctica.

 

Entre los objetivos principales de la Ley de Equidad en la Representación de los  Géneros en los Servicios de Comunicación (Ley 27635) se encuentra el de garantizar el cumplimiento del principio de equidad en la representación de los géneros, controlar la distribución equitativa de tareas y funciones en los servicios de comunicación, promover políticas de cuidado para quienes se desempeñen en los servicios de comunicación, realizar campañas institucionales de concientización y sensibilización para el fomento de la igualdad de las personas y la erradicación de la violencia por razones de género.

La historia de una idea

 

“A fines de 2019, nos acercamos al despacho de Mónica Macha porque la conocíamos del debate y la lucha por el aborto. También la conocíamos por la disputa por la Ley de Medios y Servicios de Comunicación Audiovisual. Le presentamos esta inquietud de empezar a pensar una legislación que pudiera equipararnos en términos de participación y representación”, dice a Plaza la periodista Flor Alcaraz.

 

Flor cuenta que la iniciativa surgió a partir de una experiencia personal en una radio en la que ella estaba: “se había anunciado la programación para el año siguiente y todos los conductores que estaban al frente eran varones. A mí me llamó mucho la atención que así fuera, aun en el año 2019. Entonces se inició un proceso de transformación de la radio porque tomaron un poco la inquietud, el malestar y lo trabajaron. Ahí surgió la propuesta de una compañera de LatFem de trabajar a partir de esta idea de paridad en los medios, que le llevamos a Mónica”.

 

En un comienzo, dice Flor, hablaban de “paridad” en los medios y organizaron una serie de encuentros en el Congreso para pensarla de manera federal, siguiendo el ejemplo de la construcción de la Ley de Medios y Servicios de Comunicación Audiovisual, para convocar compañeras de distintos medios, con distintos formatos y que pudieran representar a la diversidad del país. “La idea era que pudiera abrirse a medios cooperativos, villeros, medios más tradicionales comerciales, comunitarios, radios, públicos; pensar en toda la diversidad de medios porque esto lo pensamos desde LatFem, que es un medio nativo digital. Queríamos que fuera posible y realizable”, dice Alcaraz.

 

Luego vino la pandemia, pero lejos de desinflarse el proyecto creció porque gracias a la virtualidad pudieron participar compañeres de todo el país: “para nosotras fue una oportunidad porque esos encuentros se hicieron de manera virtual. Esto hizo que pudieran participar muchas más personas de las que nosotras podíamos traer acá a Buenos Aires y, en cada uno de esos encuentros, hubo más de 250 participantes de distintos medios, de distintos puntos del país. Pudimos tomar lo que se decía para construir una ley de representación justa y equidad en los medios. De hecho, a este nombre arribamos después de esos encuentros porque antes hablábamos de “paridad”, de “cupo” y llegamos a este concepto de “representación justa y equidad en los medios” y a redactar un proyecto», explica Alcaraz.

 

Al mismo tiempo Periodistas Argentinas también estaba con la misma inquietud y había llevado la propuesta a la senadora Norma Durango, que presentó otro proyecto y, a su vez, la diputada Gisela Marziotta había presentado otra iniciativa similar. Todas se unieron en este proyecto, que tomó de cada iniciativa lo mejor, hasta llegar a la legislación que hoy tenemos aprobada pero todavía no lista para aplicar.

 

Consultada por Plaza, la legisladora Mónica Macha agrega que “la ley de equidad en medios de comunicación tuvo una construcción paralela. Por un lado, en la Cámara de Diputados impulsamos este proyecto junto con LatFem. Por otro lado, se dio una construcción similar en el Senado con Periodistas Argentinas. Con lo cual, fue un espacio de muchísima participación, de trabajo con el concepto de identidad, no solamente de género sino también otras identidades. Desde mi punto de vista, tuvo un peso muy importante todo lo relacionado a identidades marrones, la diversidad corporal, y empezaron a aparecer otras demandas relacionadas a la aparición en los medios de comunicación con una perspectiva federal. Estábamos en plena pandemia cuando trabajábamos en este proyecto, y eso implicó que, al hacerlo de modo virtual, participaran fuertemente compañeras, compañeres y compañeros de distintas provincias y municipios de nuestro país. Eso le dio realmente una presencia y una discusión bien federal, que tenía que ver con los problemas y las situaciones que se juegan en cada lugar”.

 

Y también recuerda la noche de la aprobación: “hubo un lobby bastante intenso de los medios hegemónicos de comunicación que intentaban que esta ley no se sancionara porque uno de los capítulos plantea que aquellos medios que cumplieran con esta ley, iban a tener un punto a favor a la hora de la definición de la pauta oficial. Este fue el punto central para los medios de comunicación hegemónicos que intentaron que la ley no fuera sancionada. Finalmente logramos esa sanción y hoy estamos en proceso de reglamentación”.

 

Promover el uso del lenguaje inclusivo en cuanto al género en la producción y difusión de contenidos de comunicación, capacitar en las temáticas de género y de comunicación igualitaria y no discriminatoria a todas las personas que se desempeñen en los servicios de comunicación son otros de los objetivos. Además de elaborar protocolos, guías de actuación y materiales de apoyo con perspectiva de género y de diversidad sexual, para transmitir y garantizar los principios de igualdad, equidad y no discriminación, fomentar la difusión de noticias y producciones con perspectiva de género, diversidad sexual e interculturalidad. Y tal vez uno de los más esperados sea el de procurar acciones para la prevención de la violencia simbólica y mediática en la producción y difusión de contenidos y mensajes, con perspectiva de género, diversidad sexual e interculturalidad.

Esta ley es única en el mundo.

 

Para Sandra Chaher esta ley es única en el mundo: “es la primera vez que tenemos una norma que intenta mejorar las condiciones y las prácticas laborales desde un punto de vista de género en las organizaciones de medios, apuntando prioritariamente a los medios públicos, pero también con incidencia en las empresas privadas. No habíamos tenido nunca, hasta ahora, ninguna política de este tipo. En general, las políticas que tienen que ver con temas de género en el campo de la comunicación apuntaban más bien a contenidos, como las dos figuras “simbólica” y “mediática” de la ley 26.485”.

 

“Un poco en sintonía con lo que se está tratando de mejorar también a nivel global, con la idea de democratizar las organizaciones, se sancionó y se aprobó esta ley que es única en el mundo. La importancia sustancial tiene que ver con los protocolos de género dentro de las empresas y las capacitaciones, empezar a utilizar algún tipo de formato de lenguaje inclusivo y, por ejemplo (esto no lo dice la ley pero podría empezar a desarrollarse), otras políticas de género como la de editoras, que ya muchas empresas están tomando. Son todas nuevas prácticas que, obviamente, van a mejorar las condiciones de las personas que trabajan en esas empresas, particularmente de mujeres y trans”, detalla Chaher.

 

Hecha la ley…

 

Desde la Defensoría del Público, la Defensora Miriam Lewin destaca que “es una ley que no beneficia solamente a las trabajadoras de prensa y a las diversidades, que podrían conseguir trabajo en los medios de comunicación si no que, como sabemos, desde lo simbólico, los medios de comunicación son muy importantes, generan sentido y yo creo que esto, y no temo exagerar, tiene incidencia en la violencia de género”.

 

Es imperioso que en los medios de comunicación, no solamente públicos sino también privados, empiece a aplicarse esta ley de equidad y cupo laboral trans.

 

En ese sentido, Lewin amplía: “Cuando las mujeres aparecemos siempre en puestos subalternos, siempre opinando o cubriendo temáticas blandas, lo que estamos promoviendo es que los varones más jóvenes o los niños, cuando tengan una pareja en el futuro, si es que tienen vínculos heterosexuales, reproduzcan estas relaciones de poder, es decir, la mujer se calla, la mujer asiente, la mujer valida aquello que dicen las voces autorizadas, que generalmente son masculinas. Entonces, es imperioso que en los medios de comunicación, no solamente públicos sino también privados, empiece a aplicarse esta ley de equidad y cupo laboral trans”. Y en relación a lo que falta, explica: “tengo entendido que hubo distintas reuniones, distintos debates acerca de cuál sería el organismo o el cuerpo colegiado que otorgaría la certificación de equidad a los medios privados que quisieran sumarse. Esto es lo que la está trabando porque se están ensayando distintos modelos. Es de desear que esta traba se resuelva lo antes posible y que empecemos a transitar el camino hacia la equidad que, como dije antes, para mí es decisivo para la erradicación de la violencia de género en la sociedad toda”.

 

Otro de los objetivos de la ley es impulsar el intercambio de experiencias entre organismos e instituciones a nivel nacional e internacional y con organizaciones de la sociedad civil y elaborar todos los años un informe sobre el cumplimiento de esta ley.

 

En representación de Periodistas Argentinas, colectiva integrada por profesionales de los medios de todo el país, la periodista Claudia Acuña explica: “la reglamentación de la ley de equidad ya está toda redactada, es lo único que falta para que la ley pueda cumplirse y empezar a aplicarse; falta la decisión política de quién va a ser el órgano de aplicación, esa definición es política y la tiene que definir el presidente. El Ministerio de Mujeres (Géneros y Diversidad) que era naturalmente quien podía hacerse cargo no quiso porque no quiere confrontar con los medios y dice que tampoco tiene la gente experimentada como para poder aplicarla entonces rechazó hacerlo y ahí se quedó frenado”.

 

Pero no se quedaron quietas: “Empezamos a tener reuniones, especialmente a través de la Multisectorial Audiovisual que es una organización que reúne 23 gremios y organizaciones desde directores argentinos, actores, actrices, Satsaid, escritores, escritoras, Sadaic, todo el sector y uno de los grandes reclamos de esta multisectorial fue la ley de equidad y sigue siéndolo. Tuvieron una reunión con Manzur y lo primero que reclamaron fue por la ley de equidad, Manzur se puso al tanto, se interesó por el tema, en ese momento la vocera recibió al grupo, lo tomó y decidió que la Secretaría de Medios fuera el órgano de aplicación, pero salió un dictamen hace muy poco de la Secretaría Legal y Técnica determinando que no podía ser la Secretaría de Medios porque tiene a su cargo TDA, y que no podía ser órgano de aplicación y sujeto a aplicarse la norma así que volvimos a quedar en cero. En ese momento estábamos viendo cuál podía ser el órgano de aplicación cuando pasó todo este terremoto, se modificó el área de comunicación redefiniendo roles y seguimos tomando contacto para que no se vaya de agenda, estamos detrás de eso y creemos que se va a lograr si seguimos trabajando”.

 

“Una ley que no se reglamenta es una ley que no se puede aplicar, que no se puede exigir su plena vigencia, entonces quedamos en que logramos la sanción de una ley, pero no se puede aplicar. Me parece que es un retroceso grande en un tema tan sensible como es conseguir la equidad de géneros en los medios de comunicación. Sabemos que va a generar una sociedad más justa, pero no podemos pedir una sociedad más inclusiva si los formadores y hacedores de los mensajes, siguen repitiendo un esquema totalmente desigual en donde no se incorpora a las diversidades en las pantallas o se lo hace muy poco. Por parte de los sindicatos, sabemos que necesitamos la reglamentación para poder hacer control y exigir mejores condiciones de trabajo», concluye Mariana Mandakovic, secretaria general del Cispren, el gremio de prensa de la provincia de Córdoba, secretaria de Organización de la Fatpren y secretaria de Comunicación de la CTA Autónoma.

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