Después de 15 años del asesinato de su esposa y cuando la causa prescribió, el viudo dijo que tiene sospechas de quien fue el asesino, y lo dirá mañana (martes) durante el juicio. Sus hijxs lo respaldaron y apuntaron contra un empresario local
Por Redacción La Marea Noticias
DIA 1.
Cerca de las 10 de la mañana ingresó Marcelo Macarrón, viudo de Nora Dalmasso a la sede de los Tribunales de la ciudad cordobesa de Río Cuarto. Un vallado inédito protegió el edificio. No había público presente ni una cantidad de periodistas que requirieran semejante despliegue. En diálogo con La Mares Noticias personal policial señaló que nunca antes habían vivido un operativo similar, del que participan efectores que llegaron especialmente para el caso.
Macarrón ingresó abrazado por su hija Valentina que lo sostenía desde atrás mientras intentaba abrirse paso entre el personal de prensa que pretendía unas palabras. Dio una primicia, a 15 años del asesinato de su esposa y después de que la causa prescribió, el imputado dijo que tiene sospechas de quien fue el asesino, y lo dirá mañana (martes) durante el juicio.
También se aplicaron excepciones para la labor periodística, ya que por primera vez lxs jueces decidieron que las personas trabajadoras de prensa no podían ingresar con celular a la sala de audiencias. Una vez dentro de la sala, se incautaron los celulares de quienes quisieran quedarse, o se les pidió a quienes no quisieran hacerlo que se retiraran. Fue el caso de la mayoría de lxs periodistas presentes. “Nunca antes sucedió así”, señalaron a este medio fuentes calificadas.
Ni si quiera en juicios con jurados populares se impidió el uso de celular durante todo el proceso. Las restricciones de uso fueron en momentos puntuales. El último caso con jurados populares que se dio en ese mismo edificio permitió a la prensa no sólo tener en mano el celular, sino que se pudo usar para transmitir en vivo fragmentos de lo acontecido.
En ese entonces, quien estaba sentado en el banquillo de los acusados era un albañil de una pequeña localidad cercana a Río Cuarto, que juntó dinero con polladas junto a todo el pueblo para pagar las costas de su abogado.
En el caso actual, Marcelo Macarrón contó con los abogados de gran trayectoria y vínculos políticos y económicos durante todo el proceso. Es potestad del jurado determinar las restricciones, que claramente en este caso por su carácter de inéditas evidencian un privilegio.
Respaldo de sus hijxs
Cerca de las 15, un grupo reducido de conocidos y familiares de Macarrón, entre ellxs sus hijxs y su hermana Gabriela, se reunieron en muestras de apoyo al único imputado por el asesinato de Nora Dalmasso.
Ante la prensa, su hijo Facundo dijo: “Nos hemos mantenido muy unidos, siempre nos costó muchísimo de sobrellevar por todos los rumores que nos hacían daño”.
Además, habló de que “fue un femicidio” y que luego a su madre “la mataron muchísimas veces con violencia simbólica”. Disparó contra los fiscales por haberlo imputado durante cinco años (como también al “perejil” Gastón Zárate) “Los fiscales siguieron adelante con dos hipótesis descabelladas y fue muy duro”.
Respecto de la acusación contra su papá, señaló que carece de “fundamentos”. “Mi papá está sentado en el banquillo de los acusados sin pruebas objetivas que sustenten lo que se está diciendo. Se habla de divorcio, cuando nuestros padres se llevaban bien con amor y compañerismo, se habla también de un pacto delictivo, mi padre siempre se dedicó a la medicina. No existe prueba que acredite y justifique que haya llegado aquí”, señaló.
Por su parte, su hermana Valentina señaló que sospechan de un posible autor”. Afirmó que es un empresario que “nunca se investigó y no sabemos por qué”, en alusión a Miguel Rohrer, quien era amigo de la familia. “Él no tuvo perito de control. Ponemos en duda el cotejo de ADN. Manejaron todo mal desde el principio”, señaló.
«Es muy importante que haya gente apoyándolo. Mi papá jamás haría algo así», finalizó quien prestará declaración la semana próxima.
