Por primera vez, el sur de la provincia y el Valle de Calamuchita propiciaron un encuentro de mujeres y disidencias sexuales, mientras que en Unquillo organizaron la primera edición del Festival del Orgullo. Piden políticas públicas inclusivas, perspectiva de género en la justicia, inclusión laboral travesti-trans, entre otros reclamos históricos
Redacción La Marea Noticias. Fotos: Gentileza Eugenia Ceballos y Camila Petenatti.
La marea feminista no para de crecer en todas las latitudes. El pasado fin de semana hubo dos eventos inéditos. Por un lado, en la Villa Ciudad Parque, se realizó el “1er Encuentro de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries del Valle de Calamuchita”. Y a menos de 200 kilómetros de allí, en Río Cuarto, se vivió el primer “Encuentro Feminista del Sur de Córdoba”.
Con talleres y actividades culturales, cada jornada contó con la participación de mujeres y disidencias para debatir las problemáticas locales y pensar acciones conjuntas, además de compartir un momento de diálogo, con música, danzas y alegría.
En la localidad serrana, el encuentro inició el sábado y culminó el domingo con la sistematización de las conclusiones arribadas en cada taller. Se mencionó la invisibilización por parte de los estados locales del trabajo que vienen desarrollando las colectivas feministas en el territorio. “El Estado no se capacita, no cumple las leyes y desvaloriza la tarea que las grupas realizan teniendo capacitación específica”, dijeron.
Otro aspecto que remarcaron es la necesidad de articular, de obtener datos sobre abortos realizados en el Hospital Regional (que no garantiza la práctica entre la semana 12 y la 14), realizar actividades de difusión sobre violencia obstétrica y buscar soluciones a las problemáticas de compatibilizar la crianza con el trabajo.
También nombraron las falencias de los tribunales de Rio Tercero: desde revictimización, desvinculación de menores con agresores, consideración de consentimiento en menores de edad y violencia institucional. “Hay una percepción generalizada de la falta de acción adecuada por parte de la justicia”, sostienen.
Además, concluyen en que “la ESI no se está garantizando en las escuelas del valle” y criticaron que en Córdoba “falta de perspectiva de género en el accionar de la justicia y en lo efectores públicos”.
En Río Cuarto, hubo un almuerzo popular y luego les asistentes se dividieron para participar en las mesas de trabajo. En total, asistieron más de 70 personas de Río Cuarto y de la región, algunas que no forman parte de ninguna organización y otras, integrantes de organizaciones sindicales, políticas y barriales, periodistas feministas, adultas mayores, trabajadores municipales, entre otras.
El objetivo de este encuentro fue debatir sobre comunicación, justicia, políticas públicas, educación, mujeres en políticas, entre otros temas, para luego difundir un conjunto de lineamientos surgidos del encuentro para activar acciones concretas, que disminuyan la discriminación por razón de género y la violencia de género.
“Estamos muy contentas porque logramos que el encuentro suceda, lo cual ya es mucho. Es muy difícil que las personas se tomen un día entero para debatir sobre estos temas y fueron muchas las personas que se dieron esta posibilidad”, aseguró Carina Ambrogi, periodista de este medio e integrante de la Multisectorial de Géneros y Diversidad de Río Cuarto.
A pesar de la lluvia, la jornada finalizó con un taller de biodanza, teatro y una banda en vivo, mientras que en paralelo, se desarrolló una feria de emprendedoras.
Sierras Chicas con orgullo
Históricamente en la ciudad de Córdoba y Buenos Aires el primer fin de semana de noviembre se realiza la Marcha del Orgullo, a partir de 1997. La fecha está vinculada al surgimiento en noviembre de 1967 del primer grupo de diversidad sexual de Argentina y de América Latina conocido como «Nuestro Mundo». El movimiento invitaba a la liberación homosexual y en los años 70 se transformó en el Frente de Liberación Homosexual (FLH).
En Córdoba ya se celebraron 13 Marchas del Orgullo y en Buenos Aires, este año se festejaron las 30. En este marco de pandemia, “ha sido necesario descentralizar los encuentros y multiplicarnos, mostrarnos, contenernos”, aseguran desde Disidencias Unquillo, un colectivo que nace con la pandemia por la necesidad de contener y acompañar a compañeras, compañeros y compañeras de la comunidad LGBTTQI+ en ese contexto.
La importancia de visibilizar el orgullo tiene sus razones en datos de la realidad. Por ejemplo: un informe de la organización Bridge The Gap con la colaboración de la Cámara de Comercio LGBT Argentina resalta que “en los casos específicos de personas trans y no binarias, un 40 % se ha sentido excluide de reuniones laborales y/o sociales en su espacio de trabajo» y que «un 32 % refiere no haber podido acceder a una oportunidad laboral debido a su orientación sexual y/o identidad de género».
El 91 % de les encuestades “consideró que hay discriminación en el ámbito laboral para las personas LGBTIQ+, y casi la mitad aseguró que no se han tomado medidas para la inclusión de personas de esos colectivos durante el 2021”.
Desde las organizaciones admiten que hay mayor reconocimiento de derechos, pero reclaman que la ley de inclusión laboral travesti-trans “viene lenta e incluso nula en algunas provincias y municipios”.
“Por eso creemos que es necesario que Unquillo y Sierras Chicas tengan su Festival, su espacio de encuentro, donde se escuchen nuestras voces y se visibilice que en el interior la comunidad LGBTTQI+ es parte del hacer y el crecimiento social”, expresaron en un comunicado.o
