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Alberto Lebbos: “El gran ejemplo que nos deja Micaela es que vivimos una sociedad de decadencia y fracaso colectivo”

El papá de Paulina Lebbos, asesinada en Tucumán en febrero de 2006, y cuyo caso sigue en los tribunales de dicha provincia, se refirió a la necesidad de que la legislatura adhiera a la Ley Micaela.

Por Magdalena Bagliardelli*

Desde Alderete, en la zona de proximidad con San Miguel de Tucumán, Alberto Lebbos, de 65 años, padre de seis hijos, una de ellas asesinada, dijo a La Marea Noticias: “Que nos hagan falta leyes para que se trate bien a las personas es una muestra de la decadencia en que vivimos. Es el gran ejemplo que nos deja Micaela y las mujeres que sufren esta epidemia de violencia”.

Alberto se reconoce como “libre pensador” aunque por militar tantos años por el pedido de justicia para su hija y otras víctimas de su provincia, lanza una carcajada ante la consulta de si es “feminista”.

Su hija Paulina Lebbos era mamá de una niña de cinco años y estudiaba Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Tucumán. En la madrugada del 26 de febrero de 2006, salió de un local bailable de la zona conocida como el ex Abasto, en la capital tucumana, junto a su amiga Virginia Mercado. De acuerdo a las pruebas reunidas, alrededor de las 6.30, ambas subieron a un remís color bordó: Virginia descendió primero en su domicilio de La Rioja al 400 y Paulina siguió viaje hasta la casa de su novio, aunque nunca llegó a destino.Después de 13 días de búsqueda, la joven fue hallada asesinada al costado de la ruta provincial 341, a la altura de Tapia, a unos 30 kilómetros de la capital tucumana.

Por la desaparición y posterior femicidio de Paulina –aunque en aquella época sólo se hablaba de homicidio- fueron imputados funcionarios del gobierno provincial, de la justicia y de la policía tucumana.  Sin embargo, pasados más de 14 años del crimen, aún resta que se juzgue al fiscal que tuvo la causa por más de siete años, y que la Corte Suprema de Justicia de Tucumán deje firme la sentencia contra media docena de acusados.

“Después de un hecho así, nunca más nadie de tu familia vuelve a ser lo mismo que era antes. Quedás muy marcado después de una situación como ésta”, señala Lebbos.

-Repasando el caso de tu hija, parece que habla por sí solo de la necesidad de que haya formación de género en los tres poderes del Estado…

-Es imprescindible, y lo que es más terrible, como sucede con la Ley de Víctimas, es que haya que hacer una ley para que te atiendan bien. A esta altura de la civilización humana¿cómo puede ser? Ahora veo la postura de (Ricardo)Bussi, que nola quiere reglamentar y es porque tiene que ver con derechos para mujeres.

-¿Cree que Tucumán va a adherir a la Ley Micaela?

-Creo que sí, porque es un llamado de interpelación al sistema de convivencia en el que los seres humanos nos hemos establecido. Nos reunimos esta manada para establecer ciertas pautas, para no matarnos entre nosotros, entonces me sigue escandalizando que tenga que haber leyes para estas cosas tan obvias. Pero las mujeres siguen en gran desventaja enuna sociedad tan hiper machista, y lamentablemente hay muchas mujeres que son machistas. Yo he sido formador de equipos de trabajo y para mí siempre la primera premisa es respetar.

-¿Qué opina de las palabras de Bussi, negando la existencia de la violencia de género?

-Acá estamos acostumbrados, es repugnante porque tiñe de fascismo  y politiquería barata, y quieren sacara partido de estas cosas. Es lamentable lo que ocurre en Tucumán. A Bussi no le importa el precio lo que tenga que pagar para estar en las portadas de los medios, y más lamentable es que hay gente que piensa como él.

Lebbos recuerda que cuando desapareció su hija, los compañeros de la Universidad comenzaron a marchar pidiendo que aparezca. En la segunda marcha, reclamaron también justicia por David Acuña (asesinado en la navidad de 2004, en un intento de robo). “Ahí uno veía que la provincia está atravesada por el miedo, recordemos que es donde gobernó (Antonio) Bussi. De a poco se fueron sumando familiares de mujeres asesinadas, desaparecidas: y hay dos denominadores comunes: la falta de protección a testigos y a  las víctimas. Siempre hay alguien que te ve, más que un refrán, es una gran verdad. Pero la gente tiene miedo a hablar, porque no hay programa de asistencia a las víctimas desde el Estado que las sostenga”.

-¿Por qué demoró casi siete años el inicio del juicio por el asesinato de Paulina?

-El primer juicio fue en 2013. El poder judicial es un sistema perverso, y el que no ingresa a tribunales, ojalá no te toque nunca, no sabe el submundo al que se enfrenta es otra dimensión. Nosotros soñamos con los fiscales, y los jueces, que estén a favor de la verdad, pero entrás en un sistema pervertido.

La demora en el juicio es porque la estructura de poder, el ejecutivo, legislativo y judicial, actuaron coordinados para proteger a los asesinos de Paulina.Sospechosos hay varios, pero la maniobra de encubrimientohan sido exitosas. Por ejemplo, cuando encontramos a Paulina, había cabellos que no eran de ella y no hicieron prueba de ADN.

Mi pedido es que hablen los encubridores, qué cuenten qué pasó.

El proceso judicial

El primero de los juicios por la muerte de la joven Lebbos se realizó entre fines de 2013 y principios de 2014 y tuvo como imputados a tres ex policías, quienes fueron condenados por «encubrimiento» por fraguar las actas de la declaración de un testigo y del hallazgo del cadáver.

El segundo juicio oral, comenzó a principios del 2018, y se extendió un poco más de un año. Tuvo como acusados también a un ex policía y cuatro ex funcionarios del ex gobernador tucumano José Alperovich, actualmente senador con licencia otorgada por la Cámara Alta, tras haber sido denunciado por abuso sexual por su sobrina segunda.

Todos esos acusados también fueron encontrados culpables de «encubrimiento», mientras que Roberto Luis Gómez, quien había llegado al juicio imputado como «partícipe secundario de la privación ilegítima de la libertad seguida de muerte» de Paulina fue absuelto y puesto en libertad.

En tanto, el miércoles 25 de marzo estaba previsto que comience el juicio a Carlos Albaca, quien fue fiscal de la causa por el crimen de Paulina «por más de siete años», y se pospuso por la pandemia. De igual manera, el 10 de mayo era el plazo previsto para que la Corte Tucumana confirmara las condenas contra los policías y funcionarios del gobierno de Alperovich, pero tampoco se realizó. En tanto, todos los acusados gozan de prisión domiciliaria, según confirmó Alberto Lebbos.

¿Adhiere o no a la Ley Micaela?

Tucumán es la única provincia que todavía no se adhirió a la Ley Micaela. La temática será tratada en la sesión de la Legislatura, el jueves 20 de mayo. La presidenta de la comisión de Protección de los Derechos de la Mujer, Marta Najar, aseguró que el texto quedó en condiciones de ser aprobado.

En la mañana del miércoles, el voto mayoritario se inclinó por el proyecto oficialista, que ya tenía la firma de 35 de los 49 legisladores. Sin embargo, se aprobó otro dictamen, que prevé una propuesta provincial, sin adherir a la norma federal que establecen un sistema de capacitación alternativo a la Ley Micaela.

Hermanas, madres, primas, familiares y víctimas que vivieron en primera persona y muy de cerca la violencia machista en su máxima expresión se suman al pedido de la adhesión de la Tucumán a la Ley Micaela

*En colaboración con Agencia Télam

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