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Juicio por trans odio en traslasierra. Día 3

Continuaron hoy las declaraciones de testimoniales en la sala de audiencias de los tribunales de Villa Dolores. Maxim, víctima de hechos de trans odio en el 2013, permaneció a lo largo de la jornada en las afueras del edificio, acompañada por las organizaciones que la sostienen, en un pedido de justicia que sienta precedentes en la región.

Por Romina Pezzelato

Maxim en las afueras de tribunales. Foto gentileza de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Traslasierra
Maxim en las afueras de tribunales. Foto gentileza de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Traslasierra

 

En el día de ayer, le pidieron salir de la sala de audiencias y le impidieron escuchar los testimoniales de los testigos. 

Hoy, mientras aguardaba en las afueras de tribunales, expresó que nunca fue encontrado el palo con el que la golpearon, que en aquella oportunidad cuando le tomaron declaración, faltaron partes de su relato, y que actualmente no están las fotos de policías, ni de las secuelas que tuvo por las agresiones sufridas.

En una primera ocasión en la que el agresor intentó romperle muebles al ingresar a su hogar, no le tomaron la denuncia. Pasó un tiempo y sucedió la noche del 23 de abril del 2013 en la que la despertaron los golpes, asestados por dos personas, un varón menor de edad  y otro mayor. El agresor que en ese momento tenía 17 años, permanece prófugo y se desconoce su identidad.

En diálogo con Cecilia Antolini, integrante de la Mesa de trabajo de Derechos Humanos de Traslasierra, Maxim expresó que su conclusión “es que todo está armado, porque es imposible no reconocer que me pegaron entre los dos”.

Al día de la fecha, Maxim no sabe cómo ingresaron a su hogar y la llave de su hogar nunca apareció. Reclama que hace diez años la sentaron a declarar golpeada y dolorida y no le ofrecieron el acompañamiento de un abogado, cuando el acusado ya lo tenía. 

Ella aguarda que se diga la verdad y que nadie esté siendo presionado, su esperanza es que todo salga a la luz, luego de lo que ha pasado en estos diez años pidiendo justicia en tribunales, algo que ella define como «un calvario». 

En su casa de Villa Sarmiento hay ciclos de cine abiertos a les niñes del barrio, de eso hay testigos, y hay toda una comunidad agradecida.

Cuando en 2021 fue detenida por defenderse de otro ataque, las organizaciones fueron quienes hicieron visibles las vulneraciones que en la cárcel local se ejercía con las personas trans, al no contar con un pabellón que respete su identidad (ella fue encarcelada con varones cis).

En la jornada de hoy las audiencias se iniciaron a las 10 horas, con declaraciones testimoniales. Maxim y quienes la acompañaron afuera, sostienen la esperanza y el deseo de una región que ponga fin a los hechos trans odio.

En el día de mañana será la declaratoria de sus testigxs.

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