Violencias

Río Cuarto: Tras la imputación de un hombre por abuso sexual infantil, la denunciante enfrenta una seguidilla de acusaciones y allanamientos en su contra

Tras la imputación de un hombre por abuso sexual agravado, la denunciante comenzó a recibir una seguidilla de acusaciones en su contra. Las denuncias son por presuntas amenazas con arma de fuego hacia una mujer que no conoce. El hombre permanece en libertad, y ella afronta la defensa por las denuncias recibidas.

 

Un hombre fue imputado por Abuso sexual con acceso carnal agravado en la ciudad de Río Cuarto, tras la denuncia que realizó la mamá de la víctima de 4 años. La mujer efectuó la denuncia en enero de 2021, apenas la niña le relató los episodios. Después de denunciarlo, la mujer llamó al presunto abusador para justificarse y pedirle disculpas por lo que estaba haciendo.

 

Ese llamado es lo que hoy,  un año después,  considera la muestra más evidente de la manipulación y el miedo al que estaba sometida.

 

Según relató,  compartió con él 7 años.  Cuando comenzó la relación ella tenía un negocio propio, una casa y un auto.  “Entre las cosas que viví recuerdo que pasaban días en que él me dejaba encerrada en la casa con comida y sin llave, y yo lo naturalizaba”, dijo.

 

Después de separarse, la niña le contó sobre los episodios de abuso, que supone fueron durante el tiempo en que él estaba a cargo de la pequeña. Lo primero que hizo fue pedir ayuda a la Subsecretaría de Niñez de la ciudad de Río Cuarto, quienes la acompañaron a realizar la denuncia en la comisaría y después actuaron mediante diversas intervenciones interdisciplinarias, de las que resultaron informes remitidos a la justicia.

 

En ese entonces le otorgaron una perimetral, que el denunciado violó ingresando al domicilio a la fuerza en presencia de la niña. En ese momento la golpeo y supone que también agredió a la menor:  “Cuando reaccioné él me decía que yo no estaba bien, que necesitaba ayuda psiquiátrica”, recordó. Este episodio de violencia tuvo como consecuencia una nueva perimetral y un botón anti pánico, que cuenta con monitoreo satelital.

 

Un año después en la causa que tramita el Fiscal Daniel Miralles se imputó al denunciado por abuso sexual. No hay hasta donde sabe ninguna causa en curso por los episodios de violencia hacia ella, por el contrario, refirió en diálogo con La Marea Noticias que durante todo el proceso se sintió re victimizada y pre juzgada como “la mala víctima”. La primera vez fue en la entrevista que realizó la psicóloga del juzgado, en donde dice se corrió el foco del presunto abusador para ponerlo sobre ella y su vida. También refirió relatos de “denuncias cruzadas”, que pondrían en igualdad de poder a un hombre con una mujer, desentendiendo los estudios vigentes sobre correctos abordajes de casos de violencia de género.

 

La contradenuncia

Tras la imputación, la mujer comenzó a recibir una seguidilla de denuncias en su contra realizadas por una mujer que ella dice no conoce, supone que estas acusaciones tienen vinculación con la causa que tramita en el juzgado.  A las denuncias le siguieron allanamientos en su domicilio, incluso en presencia de la menor. “Esta saliendo del trauma del abuso y tuvo que ver como los policías le revisaban hasta sus ositos buscando si adentro había escondidas armas”, recordó.

 

Las denuncias son por supuestas amenazas que ella habría realizado frente al domicilio de una mujer. “Ese día yo estaba sentada acá en la mesa junto con una de las chicas que me acompaña y tenía el botón anti pánico que tiene monitoreo, si quieren saber dónde estaba podrían haber visto eso”, señaló.

 

Por el estado de vulnerabilidad en el que se encuentra, la denunciante comenzó a recibir acompañamiento por parte de integrantes de la agrupación feminista “Promotoras Territoriales”. Actualmente es el único acompañamiento que recibe.

 

Esta semana, tuvo que contratar nuevamente los servicios de un abogado para defenderse de las acusaciones recibidas, lo que implica un dinero que señala le cuesta conseguir. Actualmente trabaja desde su casa realizando tareas de costura. Hoy la niña se encuentra al cuidado de su madre quien señala no contar con los recursos necesarios para continuar con los tratamientos psicológicos.

 

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Compartimos a continuación un escrito de la agrupación “Promotoras territoriales”, en relación a los episodios narrados en esta nota:

 

«Esta semana la noticia de una violación colectiva nos conmovió como país. Las mujeres y diversidades sabemos en lo más profundo del dolor que la impunidad de estos hechos es consecuencia y síntoma de una justicia que no tiene perspectiva de género.

Desde promotoras de género acompañamos diariamente a mujeres en situaciones de violencia de género y cada vez que llega el momento de acudir a la justicia (que requiere tiempo de aceptación y mucha valentía), nos encontramos con funcionarios y funcionarias que no responden a la altura de las circunstancias. Nos siguen corriendo con formalidades, tecnicismos, tipificaciones mientras nos desgarran derechos, terminamos desistiendo por falta de recursos y de tiempo. Quienes representan a la justicia en la ciudad son quienes con esas formas nos violentan una vez más, igual o peor que nuestros agresores ante quienes quedamos expuestas, ya que hoy nosotras somos quienes tenemos que probar en cada citación, en cada denuncia (hasta para que nos la tomen) que somos VÍCTIMAS. Y… ¿ELLOS??  impunes, protegidos por los mil y un artículos que los amparan.

El sistema en la práctica, aún, no está preparado para acompañar a las víctimas en esta ciudad. Este sistema sigue contando y sumando a nuestras muertas y ni así podemos tener una justicia que no abogue por los femicidas y agresores.»

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