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Habló la mamá de Lara Gigena: “Todavía no caigo, necesito ayuda psicológica para saber cómo seguir, no sé qué decirles a mis nietitas ni a mis hijas”

Lara Gigena (21) fue asesinada la mañana del sábado en la ciudad de Río Cuarto. Por el hecho está imputado  Ariel Nicolas Torres, con la carátula de homicidio calificado por mediar violencia de género y por el uso de arma en concurso ideal. Cintia, mamá de Lara habló por primera vez con la prensa después del hecho. Relató que el hombre que su hija conoció hace tan sólo 9 meses planificó matarla  porque sabía que “ella no iba a volver nunca más con él”.

Por: Carina Ambrogi

 

Esta anocheciendo y Citia Conde (38) abre las puertas de su casa por primera vez a la prensa, tras el femicidio de su hija Lara (21). Comienza la conversación con el recuerdo de que justo a esa hora,  empezaba a escuchar las discusiones que su hija mantenía con el hombre que la asesinó. Ella los escuchaba porque vivían casa de por medio en un mismo terreno que da frente al Río Cuarto.

 

Cintia está sentada en la mesa de su casa, hace algunos días tomó la decisión de hablar públicamente para contar la verdad y desmentir cosas que escuchó y no eran ciertas. “Tengo que hablar así ya está”, dice justificando el esfuerzo que le implica esta instancia.

 

Tiene casi todo el tiempo los ojos entreabiertos, a su lado está el cochecito que mece durante la entrevista, ahí duerme tranquila su hija más pequeña, una beba de 11 meses, que sólo se exalta cuando sale una gallina de la habitación a los gritos. Al otro lado está sentada su hermana Soraida, madrina de Lara, que vino desde traslasierras para acompañarla.

 

Lara era su hija mayor, le sigue Samira de 18, Facundo de 15, Soe de 11 y la beba. La situación familiar que atraviesan la consterna, su hijo Facundo no sale de la habitación desde el sábado, y otra de sus hijas no volvió a hablar. Ella no duerme por la noche, y durante el día por momentos se encierra a llorar en la piecita de su casa, para que no la vean sus nietas, de 3 y 6 años, hijas de Lara. “No sé qué decirles cuando me preguntan por su mamá, necesito que alguien que sepa me diga que palabras utilizar, todos acá necesitamos ayuda”, pide con vos baja. Es miércoles y todavía nadie se acercó para contenerlas emocionalmente.

 

“El otro día vinieron dos mujeres que me dejaron peor de lo que estaba, me hicieron un interrogatorio, yo pensé que venía a ayudarme, pero me preguntaron cosas intimas de mi hija, al menos si me avisaban antes me preparaba para eso”, dijo Cintia.

 

El lunes recibieron la presencia de los medios de comunicación. Llegaron sin previo aviso a consultar por un femicidio que todavía no había sido notificado a las pequeñas hijas de la víctima. “El domingo fui al velorio de mi hija y todavía el lunes no sabía cómo decirles a mis nietas, no sé qué le habrán dicho, yo necesito que alguien me ayude”, repite.

 

El vínculo violento

Lara conoció a Ariel hace tan sólo 9 meses, los presentó un amigo de ella. Él no sólo la violentaba con gritos, le revisaba el celular, le rompió varios en distintas discusiones, en las que le reclamaba, según lo que le contó a su mamá, que él era “su macho”, que otros amigos le habían dicho que la conocían, o que no sabía qué hacía ella cuando él no estaba.

 

Toda la familia sabía que él tenía un arma en la casa, Cintia se enteró y le pidió a su hija que sacara eso, por las nenas, porque habitaban todxs un mismo espacio y ellas la podían encontrar. Lara le dijo que ya se le había pedido.

 

Una vez la amenazó de muerte con esa arma cuando ella quedó embarazada de él y no sabía si lo tendría. “Si no lo tenés te mato”, le habría dicho él. Ella decidió continuar con el embarazo, pero entre idas y vueltas tenía que hacer reposo y estar tranquila. Para eso le pidió que se fuera de la casa, pero él se enojó, la zamarreó y Lara perdió el embarazo. No quiso ni llevarla al hospital, Lara estaba tiritando de frio en su casa cuando llegó su mamá a verla apenas ocurrió la pérdida. Él estaba tirado descansando, y dijo que podían esperar hasta el lunes para ir al médico, era sábado. Lara fue trasladada al hospital a donde permaneció internada casi 3 días.

 

El desenlace 

Pese a las evidencias nunca pensaron que Ariel pudiera hacer algo así, cuando pasaba tiempo con la familia de Lara tenía un comportamiento impecable. Lara era la más alegre de todo el clan, siempre vivió feliz “vivía como a ella le gustaba”, recordó su madrina. Nunca tuvo que trabajar, su mamá se ocupó de todo porque no quiso que sus hijas tuvieran que limpiar casas de pequeñas como le tocó a ella. “Ahora pienso que hice mal”, se reprocha Cintia.

 

Lara había enfrentado a Ariel en las discusiones, y tenía la seguridad de que él no volvería después de que le dijo que ya no quería nada con él. Pero él siguió merodeando su casa, pasaba de noche y aceleraba la moto frente de ella.

 

Cintia les había enseñado a sus hijas que si alguien las violenta tenían que abandonar esa relación,   “el que te pega una vez lo va a volver a hacer”, les aclaró. Ella pudo abandonar al hombre que la violentó cuando su hijo Facundo era tan sólo un bebé. Desde ese momento decidió que nunca más un hombre iba a entrar a vivir a su casa. Ahora está en pareja con el padre de su hija pequeña, como él no tenía a donde vivir le permitió que construya una pequeña vivienda en el mismo terreno que ella, pero fuera de su casa.

 

Nunca denunciaron a Ariel Nicolas Torres, pero él tenía una denuncia por violencia de género que radicó quien era su pareja en 2019. Ariel, pese a la denuncia, pudo hacer una nueva pareja y asesinarla.

 

Los Tribunales de Río Cuarto acumulan una cantidad de casos que desbordan el sistema, según lo reconoció el propio Juez de Niñez, Violencia familiar, Género y Penal juvenil. Se anunció hace poco por parte de la provincia que abrirían la primer Fiscalía Especializada en Género, pero aún no ocurrió.

 

En cuanto a la contención en la ciudad de Río Cuarto hay una Secretaría de género que depende del Municipio y el Polo de la Mujer, que depende de provincia. Desde ninguna dependencia se asistió psicológicamente a la familia que sufrió el asesinato de una de sus integrantes. La falta de presupuesto para psicólogas es uno de los reclamos que se sostienen al SENAF. Fuentes extraoficiales dicen que los recursos son tan escasos que hay listas de espera de 6 meses para la asistencia en la demanda de toda la ciudad y la región. Del Ministerio de las Mujeres a nivel nacional no hay anclaje local que permita una buena circulación de los recursos y programas.

La ciudad que hoy celebra sus 235 años, tendrá fiestas populares y música en espacios públicos, y una deuda añeja con los cuerpos femeneizados y la niñez.

A continuación, compartimos un fragmento de la entrevista realizada:

 

 

https://www.lamareanoticias.com.ar/wp-content/uploads/2021/11/Audio-Mamá-Lara-Gigena.mp3?_=2

 

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