El proyecto educativo “Maite Amaya” se encuentra en pleno proceso de conformación. Funcionará en La Ciudad de las Artes y está dirigido a mayores de 18, que por actos de discriminación, estigmatización y otros tipos de violencias no hayan podido finalizar su escolaridad.
Por Redacción La Marea – Foto: Christian Paleari
Muy pronto comenzaría a funcionar en la ciudad de Córdoba una inédita propuesta en el territorio provincial: se trata de un espacio educativo con orientación artística, para personas trans-travestis no excluyente. Así lo confirmaron a La Marea Noticias fuentes vinculadas a este importante y necesario proyecto.
El espacio que pasaría a llamarse “La Maite” en honor a Maite Amaya, activista transfeminista fallecida en 2017, se basa en tres pilares fundamentales: la educación popular dentro del sistema formal, la perspectiva de géneros y el arte como herramienta de transformación social.
La iniciativa fue diseñada por Michelle Sacks, Mónica Juárez y Nacha Merchán, tres estudiantes de la Licenciatura de Arte y Gestión Cultural de la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Provincial de Córdoba (UPC), como parte de su trabajo final de grado.
Según las impulsoras, estos ejes son primordiales para pensar un espacio educativo que habilite la palabra, reconozca los recorridos individuales y colectivos, visibilice y ponga en valor las realidades de la comunidad LGBTIQNB+, en particular, de personas trans.
Del sueño a la materialización
Aquello que al principio de su formulación se veía tan lejano, comenzó a tomar forma con las auspiciosas devoluciones a las distintas consultas que fueron realizando las tesistas, como parte de su investigación, relevamiento y observación de experiencias educativas similares en otras provincias (Mocha Celis en Buenos Aires, CETRANS en Tucumán), con quienes piensan articular.
La Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Provincial, a cargo de Mariela Edelstein, tomó a “La Maite” como proyecto extensionista y comenzó con las gestiones necesarias para hacerlo realidad con la voluntad de articular con organismos institucionales que aseguren un abordaje desde la perspectiva de derechos humanos.
El centro «Maite Amaya» funcionaría en las instalaciones de la Ciudad de las Artes, donde actualmente está la Universidad Provincial, con el objetivo de generar un espacio de estudio y contención integral para quienes hayan sido expulsades del sistema, por claros o sutiles actos de discriminación, estigmatización y otros tipos de violencias en sus trayectorias que les haya impedido terminar o continuar su escolaridad.
Además de contar con los avales necesarios, el proyecto fue socializado a organizaciones del colectivo LGBTIQNB+ durante una reunión de la que participaron La Casita Trans, Tarde Marika, Mirada Diversa, Casa del Orgullo Córdoba, Nube Diversa, Ser Trans Córdoba, Trans Argentinxs, La Colectiva, Área Trans FFyH UNC, Devenir Diverse y el Área de Diversidad del Movimiento Evita, quienes recibieron con alegría y esperanza la noticia, y se pusieron a disposición para colaborar en lo que fuese necesario.
La tesis de grado que dará vida a este espacio cuenta con la dirección académica de Maisa Jobani y el asesoramiento externo del Lic. Santiago Merlo (comunicador, docente, gestor cultural y activista trans), Francisco Quiñones (Director del primer Bachillerato Popular Trans-Travesti, Mocha Celis de CABA) y Malena Haboba (comunicadora social, integrante del equipo que dio vida al Plan Fines para trans-travestis en la Universidad de Avellaneda).
¿Quién es Maite Amaya?
El nombre elegido para este espacio educativo fue “Maite Amaya”, “La Maite” para todes; en homenaje a cuatro años de su fallecimiento y siempre presente, luego de convertirse, a los 36, materialmente en mariposa.
Nacha Merchán, una de las estudiantes impulsoras, soñó a la Maite justo cuando iban a presentar el trabajo a quien lo dirigiría académicamente. Con ella había compartido actividades y recorridos: “Soñé que estábamos en la entrada de la Ciudad de las Artes, el portón estaba cerrado y había muchas personas llenas de colores, brillos, todas vestidas de fiesta que explotaba en diversidad. En ese momento “la Maite” le pega una patada a la puerta y entramos todas bailando, saltando, desfilando con música muy fuerte. Había mucha gente querida detrás de la Maite, todas con maquillajes, todas muy felices”.
El sueño fue tan nítido como un presagio, un guiño y la certeza de que debía llevar su nombre. Entonces compartió la idea con sus compañeras, y, luego, con afectos de “la Maite”, con organizaciones de la diversidad y con el cuerpo docente de la Universidad Provincial. El nombre conmovió y movilizó, el apoyo fue unánime.
Maite Amaya, “La Maite”, representa la síntesis de la lucha por los derechos del colectivo y por levantar en alto las banderas del transfeminismo. Mujer trans, piquetera, rebelde, feminista y libertaria. Fue compañera de una palabra poderosa, sólida y fuerte contra las injusticias hacia las personas más vulnerables. Entendía que la raza, el género y la sexualidad debían estar articuladas con la lucha de clase, dando batalla hasta sus últimos días desde la FOB (Frente de Organizaciones de Base).
Muy pronto un nuevo espacio educativo llevaría su nombre, abriendo las puertas para que suceda la transformación largamente anhelada, un lugar donde la comunidad trans travesti pueda cursar su secundario en un ambiente libre de discriminación y violencias. Donde se garantice el acceso a la educación como derecho fundamental, por un futuro con más oportunidades y un desarrollo pleno desde el arte y la cultura.
Links de interés:
Maite Amaya, La Yegua de Troya – Documental a 4 años de su partida
Maite presente, ahora y siempre. Un día después de su muerte.