De ESI si se habla

Carrizo, expulsado del Concejo Deliberante: “la violencia no tiene banca en este cuerpo”

Por unanimidad de los 17 concejales presentes (ausentes los dos de Política Abierta) se decidió destituir a Pablo Carrizo en virtud de lo que establece la Carta Orgánica Municipal. Los concejales hablaron de un hecho “histórico” para la institucionalidad de la ciudad. Admitieron que la situación es “incómoda” para todo el Cuerpo pero dejaron en claro que no se aceptan violencias de ningún tipo. La sesión se llevó a cabo al día siguiente de la condena del edil por violencia de género

 

Por Florencia Igarza. Especial La Marea Noticias

Foto Gentileza Prensa del Concejo Deliberante

 

Poco más de 24 horas después de haber sido condenado por el Poder Judicial, Pablo Carrizo fue expulsado del Concejo Deliberante de Río Cuarto. La decisión se tomó en la tarde de este miércoles y fue aprobada por unanimidad por los 17 concejales presentes. Estuvieron ausentes el propio Carrizo y Miriam Rodríguez Salvatierra, su compañera del bloque Política Abierta.

“El Concejo Deliberante de la ciudad de Río Cuarto resuelve excluir como miembro de este Concejo Deliberante al señor Pablo Rafael Carrizo, de conformidad a lo dispuesto por la Carta Orgánica Municipal en razón de haber sido condenado en los términos del artículo 415 del CPP por el delito de lesiones leves doblemente calificadas por la Excelentísima Cámara del Crimen de Sexta Nominación de la ciudad de Córdoba en los autos caratulados ‘Carrizo Pablo Rafael p.s.a lesiones leves calificadas’”, leyó el secretario José Barotti e inmediatamente se sometió a votación. Además, se instruyó a la Presidencia del Concejo para que se efectúe la cobertura de la vacancia correspondiente con arreglo a lo estipulado por la Carta Orgánica Municipal.

La sesión de destitución comenzó minutos antes de las 16 horas. Tras leer los trámites administrativos relacionados al fallo judicial que se dictaminó ayer en la Cámara Sexta del Crimen de Córdoba, varios concejales y concejalas tomaron la palabra y también al unísono manifestaron que se trata de “una situación incómoda” aunque seguramente la decisión “va a quedar en la historia” del Concejo Deliberante y de la ciudad de Río Cuarto.

¿QUÉ DIJO CADA CONCEJAL?

En total fueron nueve los que pidieron hacer uso de la palabra para fundamentar lo que estaban votando.

La primera en expresarse fue Luciana Bo, concejala de Hacemos por Córdoba, quien destacó “el accionar de este Cuerpo desde que los hechos fueron de público conocimiento porque hemos siempre respetado las garantías constitucionales de todas las personas, hemos respetado la institucionalidad, la democracia como merece la sociedad que representamos”.  Y agregó: “Tenemos la obligación de expedirnos sobre este tema que, creo yo, merece la exclusión de este Cuerpo del concejal Pablo Carrizo. Es imprescindible que sin mediar más tiempo actuemos en este sentido porque se lo debemos a cada una de las mujeres que ha sufrido violencia de género”.

Mariana Giorgetti, de Juntos por Río Cuarto, dijo que “seríamos muy incoherentes si hoy no estuviésemos aquí sentados tratando este caso en particular. Es nuestra obligación como concejales asumir esta responsabilidad y hoy expedirnos sobre esta situación porque no hacerlo, cuando hay una condena de por medio y, lo más grave, la confesión de los hechos, implicarían la continuación de una situación de violencia institucional, la invisibilización de este tema”. Además, señaló que “hace mucho que los medios de comunicación y el pueblo de Río Cuarto nos vienen demandando que nos expidamos sobre esto. Hemos sido muy respetuosos de la Justicia, de la institucionalidad pero en este momento es necesario entender que sí o sí nos tenemos que expedir”.

Por su parte, Yanina Moreno Zamanillo, también de la primera minoría, apuntó a otras situaciones en las que estuvo involucrado Carrizo. “Muchas mujeres sufrieron y se expresaron públicamente,  hablando de este concejal, desde años atrás en el partido que anteriormente representaba (Respeto). Ya había un montón de víctimas antes de su expareja y a veces la sociedad no escucha o no quiere escuchar y fuimos realmente respetuosos de que se expidiera el Poder Judicial”. Y seguidamente enfatizó: “Tuvimos suerte de no llegar a situaciones más extremas, uno nunca sabe dónde termina esto. Me parece totalmente noble que hoy estemos tratando este expediente, fortalecemos la institucionalidad, hacemos historia, rompemos con ser funcionales a ciertas cuestiones corporativas que a veces la política hace y deslegitima nuestro honor”.

Pablo Benítez, del Frente Cívico e integrante de JxRC, opinó que “no podemos quedarnos de brazos cruzados ni tampoco naturalizar este tipo de episodios donde un compañero de este cuerpo deliberativo se ha hecho cargo de una denuncia que le hizo su expareja”. “Este Cuerpo legislativo con esta sesión está actuando de una manera ejemplar como institución. La sociedad exige este tipo de conductas. Va a quedar seguramente en la historia de nuestra ciudad. Tenemos que estar tranquilos, con nuestras conciencias limpias, de desterrar este tipo de accionar”, consideró.

Luego fue el turno de la concejala oficialista Milagros Obregón. “Hoy definimos que la violencia no tiene banca en este Cuerpo y en esa responsabilidad, en esa construcción de este consenso para definir esto, para poder sentarnos y darle la cara a la sociedad y decirle que no vamos a seguir aceptando ningún tipo de violencia en ninguno de los ámbitos de nuestra sociedad, no en Río Cuarto, no acá”, expresó. Además, aseguró que “somos un Cuerpo que actúa a la altura de las circunstancias”.

Mariela Gatica, del ala kirchnerista en el armado de Hacemos por Córdoba, definió como “importante el mensaje que le estamos dejando a la sociedad y especialmente a nuestros jóvenes, que han decidido vivir sus relaciones sociales libres de violencia. También el mensaje a personas mayores que han tenido que atravesar durante toda su vida situaciones de violencia y que quizá hoy en día con mensajes como estos pueden tener el valor necesario para poder realizar una denuncia”.

La concejala del oficialismo, Marisa Fernández, denunció haber sufrido violencia simbólica junto al resto de concejalas por parte de Carrizo. “Ningún varón puede ocupar un cargo público condenado por violencia de género. El mensaje que se da habilitando ese espacio es un mensaje que replica la violencia, violencia simbólica que nosotras como mujeres hemos sentido con nuestro compañero de banca. Al hablar sobre violencia de género, como en la capacitación de Ley Micaela que compartimos con él, fue muy incómodo”, comentó.

El presidente del bloque Juntos por Río Cuarto, Gonzalo Parodi, destacó el proyecto de repudio que presentaron hace tres meses en relación a Carrizo y recordó que “la expareja del concejal Carrizo en un momento de su alocución en medios televisivos dijo que temía por su vida. Ahí decidimos que no se podía especular un segundo más, que había que tomar una decisión, una postura clara al respecto”.  “Todos tuvimos la oportunidad, previo a ingresar a este recinto, de poder tener en nuestras manos y poder leer cómo se expresó la Justicia de manera contundente y cómo el propio victimario reconoció que ejerció violencia de género sobre su expareja que estaba en una situación de vulnerabilidad porque estaba gestando un embarazo. No vamos a actuar de manera corporativa”, concluyó.

El que cerró el debate fue el presidente del bloque Hacemos por Córdoba, Guillermo Natali, quien transmitió calma a sus colegas al manifestar que “todos y todas tenemos que tener la tranquilidad que hicimos y estamos haciendo lo que hay que hacer”. “Esto no es otra cosa que cumplir con nuestras responsabilidades. Es clara la normativa en vigencia. No había otra alternativa que actuar con celeridad para que un violento no sea parte de este Cuerpo”, resaltó.

¿QUÉ ESTABLECE LA CARTA ORGÁNICA MUNICIPAL?

La decisión de destituir a Pablo Carrizo se funda en el artículo 71. El mismo sostiene que “por inconducta en el ejercicio de sus funciones, inasistencias reiteradas, indignidad o incapacidad sobreviniente, el Concejo Deliberante puede, con el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, corregir con llamados al orden o multa a cualquiera de sus integrantes y, con el voto de los dos tercios (2/3) de sus miembros, suspenderlo o excluirlo de su seno. Basta el voto de la simple mayoría para decidir sobre la renuncia que voluntariamente un concejal hiciera de su cargo”.

 

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