Violencias

Carrizo condenado: de la permanente negación a reconocer las lesiones a su pareja en un juicio oral 

 

El dirigente riocuartense, en un juicio abreviado, confesó la autoría del hecho de violencia de género que se le imputaba desde 2019. Por ser una pena de 7 meses en suspenso, no irá preso. Ahora todas las miradas apuntan hacia el Concejo Deliberante y si tomará o no una determinación con el edil condenado

 

Por Florencia Igarza. Especial para La Marea Noticias

 

Aproximadamente una hora y media duró la audiencia en la que Pablo Carrizo, actual concejal en la ciudad de Río Cuarto por el Frente Política Abierta, admitió ser el autor de lesiones leves calificadas por el vínculo y por mediar violencia de género contra su ex pareja, Elsa Cellucci. El Tribunal de la Sala Sexta del Crimen de Córdoba capital lo condenó este martes a 7 meses de ejecución condicional y dos años de tratamiento psiquiátrico.

Todo se disponía para tres jornadas de audiencias –martes, miércoles y jueves– en las cuales estaba previsto que se recepten testimonios de testigos. Hoy se esperaba que comparezcan tres personas y mañana, otras cuatro. Sin embargo, el acuerdo entre defensa y fiscalía para que se desarrolle un juicio abreviado aceleró los tiempos. Carrizo, desde el banquillo de los acusados, afirmó que la imputación del fiscal de instrucción Daniel Miralles era cierta, reconoció la acusación que pesaba en su contra y salió de la sala con una condena judicial por violencia de género.

“Fue la conclusión adecuada a un proceso penal seguido contra Carrizo por un delito que cometió y hoy reconoció que lo había cometido. Hasta ahora lo negaba, decía que no era cierto, que era una patraña política, una narración. Hoy lo reconoció”, señala Eduardo Massa, abogado querellante, en diálogo con La Marea.

Massa sostiene que la estrategia defensiva lo sorprendió “dado cómo Carrizo había reclamado, impugnado, cuestionado este proceso, incluso hasta en el Tribunal Superior de Justicia”. “No esperaba que viniera a confesar. Suponía que iba a seguir manteniéndose en su inocencia más allá de que teníamos la prueba para demostrar que era culpable”, añade.

El ex camarista local, Oscar Testa, explica a este medio que “el reconocimiento de los hechos en un juicio abreviado significa que en los términos en que está redactado el hecho acusatorio no se puede cambiar absolutamente nada. No se puede relativizar, no se puede hacer ningún otro tipo de cuestión”. Por otro lado, indica que “ejecución condicional significa que no va preso. El monto de la pena (de este delito), al ser menor a 3 años y ser la primera condena, siempre es en suspenso. Eso ya se sabía de antemano”. Seguidamente aclara que, si eventualmente Carrizo cometiera otro delito de ahora en adelante, puede ir preso “porque con la unificación no va a poder tener otra pena en suspenso y la pena que se le puede aplicar por el nuevo delito va a ser efectiva”.

De este modo, el ex magistrado pasa en limpio y resume que lo que sucedió hoy es que no se produjo prueba durante el debate, no fue necesario, “porque hay un reconocimiento liso y llano de parte del acusado en los términos de la acusación. Fuera de eso, es exactamente una condena como cualquier otra”.

“SABOR A POCO”

Mientras procesa todo lo vivido desde hace más de tres años (la denuncia fue realizada en noviembre de 2019), Elsa Cellucci siente “alivio” por el hecho de que su ex pareja “haya confesado porque él lo estuvo negando siempre”. Sin embargo, dice que se queda con “gusto a poco”.

“Esto a mí no me cambia nada porque él va a seguir siendo un violento conmigo. Nada de lo que haga la Justicia puede cambiar todo lo que él me hizo a mí. Esto es un cierre de una etapa, nada más. Yo no siento que él haya sido castigado. No tiene sentido porque él no va a cambiar”, expresa la joven en diálogo con La Marea a pocas horas del veredicto.

Cabe recordar que en el medio de todo este proceso, Cellucci tuvo que afrontar instancias judiciales en su contra ya que Carrizo había formulado una contradenuncia. La misma tuvo su final a través de una ‘probation’ o suspensión del juicio a prueba que le fue otorgado a Cellucci sin que deba reconocer hecho alguno. A su vez, el concejal también había solicitado este beneficio (probation) para no llegar al juicio que se concretó este martes pero desde la Cámara Sexta del Crimen de Córdoba se lo rechazaron en virtud de tratarse de un hecho de violencia de género.

DE “LA FICCIÓN” A LA REALIDAD

A las 11.29 hs. Pablo Carrizo tomó su celular y escribió en su Facebook: “Quería contarles una buena noticia, ya terminó todo el lío con mi ex pareja. Ella aceptó una suspensión de juicio a prueba y yo acepté dar fin en un juicio abreviado, lo que significa finalizar con toda la ficción. Me alegro mucho por nuestra amada hija”. Sus seguidores salieron inmediatamente a manifestarle “alegría” y “felicidades”.

Se sabe que no tiene mucho sentido esperar racionalidad donde impera el fanatismo. El abogado Massa señala que “hay una realidad más allá de lo que él diga: le aplicaron una condena. Lo declararon autor penalmente responsable por el delito de lesiones leves dolosas doblemente agravadas. Si él considera que aplicarle una condena de 7 meses en suspenso bajo condiciones que imperan durante dos años es una ficción, entonces es más grave de lo que yo suponía”.

Por su parte, Testa opina que Carrizo es “un charlatán bárbaro” y que “a algunos les va a vender ese discurso”. Pero rápidamente prioriza los hechos por sobre las interpretaciones, vuelve a lo importante, lo estrictamente judicial, y en este sentido es terminante: “Técnicamente hay un reconocimiento, él le pegó a su mujer, eso va a quedar plasmado en la sentencia y no se lo saca más nadie de encima”.

LA EVIDENTE INCOMODIDAD DEL CONCEJO DELIBERANTE

Ahora la ciudad de Río Cuarto tiene un dirigente político en funciones que cuenta con una condena judicial por violencia de género sobre sus espaldas (y, además, por haberlo admitido él mismo). Si bien todavía no hay definiciones sobre las implicancias políticas que caerán (o no) sobre el edil, en el poder legislativo local ya agarran la letra chica de la Carta Orgánica para ver qué camino institucional adoptan.

Cabe recordar que al día siguiente de conocerse la denuncia que formulase Cellucci, Respeto suspendió a Carrizo del partido que integraba y le bajó la candidatura a intendente por ese espacio. Finalmente Respeto se presentaría con Lucía De Carlos mientras que el ahora condenado competiría por el Frente Política Abierta.

En junio del 2020 la causa fue elevada a juicio por el fiscal Miralles. Luego de que las elecciones municipales se trasladaran de marzo a noviembre por la pandemia del covid-19, Carrizo se presentó como candidato a conducir la capital alterna del país con la certeza de que lo esperaba un juicio en su contra. El 12% de los riocuartenses lo eligieron como su representante y tercera fuerza política de la ciudad y lo sentaron en el Concejo Deliberante con una denuncia por violencia de género avalada –en el nivel de probabilidad– por el Poder Judicial.

En el oficialismo apenas una concejala se animó a dar su opinión de forma genuina sobre el tema. “Me resulta violento que esté sentado en una banca del Concejo Deliberante. Se tendrá que comprobar en el juicio. Yo a los hechos los creo”, declaró Marisa Fernández, de Hacemos por Córdoba, el 3 de junio de este año en el programa ‘Así son las cosas’ de FM Gospel.

Mientras en el resto de las oficinas del llamosismo esquivaban a la prensa sobre el tema que involucraba al polémico concejal, el 27 de septiembre hubo una postura firme y clara desde la primera minoría. Tras presentar un proyecto de resolución en el que repudiaban situaciones de violencia de género perpetradas por cualquier miembro del Concejo, actuales y futuras, dejaron expuestos a sus colegas oficialistas. “Es nuestro deber ético y moral tener una posición al respecto. No podemos mirar para el costado, no podemos obviar la situación que se está dando”, señaló en aquella ocasión el presidente de Juntos por Río Cuarto, Gonzalo Parodi, en conferencia de prensa.

Pero como era cantado el proyecto quedó en la nada y sólo sirvió para evidenciar la incomodidad del órgano legislativo y particularmente de Hacemos por Córdoba, espacio que ha avalado a Carrizo incluso en justificaciones insólitas para permitirle ausentarse en las comisiones y sesiones todas las veces que quiera y sin sanción alguna.

Todo eso hasta hoy. No había una resolución de la Justicia hasta hoy. Probablemente la estrategia de la presidencia del Concejo pase por continuar su previsible línea: la no toma de decisiones en hechos ‘polémicos’. Pero, ¿se puede tapar el sol con las manos?

 

 

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