Mujeres al frente

Un cumpleaños donde quepamos todes

Hace 236 años se fundó la “Villa de la Concepción de Río Cuarto”, sobre un terreno que donó en su mayoría doña María Olguín. Su nombre es de las pocas denominaciones femeninas en las miles de calles que hoy conforman la capital alterna de la provincia de la provincia de Córdoba. Erigida a los costados de un río, tuvo por brevísimos períodos a dos intendentas, y son mujeres las que sostuvieron y sostienen el gobierno en las costas difíciles. 

Por Carina Ambrogi – Redacción La Marea Noticias

En la costa del Río Cuarto vivió Mary Hansen, “la tía”, lideresa barrial que conseguía todo, desde el cajón cuando moría algún vecino, hasta la libertad de algún preso injusto. Mary, hoy adulta mayor, vive relocalizada junto a varias personas trasladadas de esa costa que era su lugar en el mundo.

Las mujeres de la ciudad, que no suelen ser visibles ni en los carteles ni en las listas, fueron sostén de vida, en las peores. Como Rita Aliaga, militante popular durante toda su vida, expresa política, construyó las viviendas por minga en el barrio obrero para mujeres maltratadas, madres solas a cargo de sus progenies.

Se la recuerda por su protagonismo durante la grave crisis que azotó el país, pero en particular a Rio Cuarto, durante los primeros años de este siglo.  Rita creó, lideró y coordinó la agrupación de desocupados “Agustín Tosco” y tuvo un gran protagonismo en las movilizaciones populares y piquetes que se realizaban en esa etapa.

En la misma etapa, en que la entonces docente y decana de la UNRC Rosa Cattana, hoy dirigente feminista adulta mayor, coordinó la red del trueque en la ciudad y región. Fue entre los años 2001 a 2003, y la cruzada permitió la supervivencia de muchas personas que quedaron desocupadas por la crisis. Esta amalgama entre la “Casa de altos estudios” y la sociedad de Río Cuarto, también la amasó Delia Aiassa, Doctora en Ciencias Biológicas, Profesora de Citogenética y Toxicología e investigadora del Departamento de Ciencias Naturales. Reconocida en el país y el exterior por sus proyectos de investigación aportó el primer estudio que mostró el nivel de daño en el material genético de niñeces de la provincia de Córdoba expuestos a plaguicidas. Fue el primer reporte en Argentina en analizar estos efectos, y demostró que 40% sufrieron algún tipo de afección persistente.

En la misma Universidad, que nunca tuvo una Rectora, la química Juana Chessa de Silber, “Nita”, alcanzó un lugar de privilegio en la ciencia mundial al posicionarse como una de las principales referentes científicas en la Físico-Química Orgánica del planeta.  Fue esposa de Ernesto Silber, docente de la UNRC y militante gremial, asesinado por la policía provincial durante la dictadura militar.  Actualmente es Profesora Emérita de la UNRC, se la reconoce por su amplia participación política-académica en la UNRC y es miembro de la Academia Nacional de Ciencias.

Y para quienes no creen tanto en las ciencias duras y prefieren las ocultas, la ciudad contó con una entrañable: la curandera Forcato, o también “La bruja Blanca” que con su expertise era capaz de curar el empacho, la culebrilla, y hasta el mal de amores. Cuantas vecinas y vecinos pasaron por ahí a escondidas!.

También a las escondidas, pasaron y pasan los vecinos de la ciudad por la “zona roja”, para contratar los servicios de las trabajadoras sexuales que de día paran la olla para las familias y juntan los útiles escolares para que puedan acceder a la “educción gratuita” las niñeces de todo el barrio. De esa zona roja salió Eliana Alcaráz, para decirle a la ciudad paqueta que las personas trans no son delito contra la moral, son ciudadanas sujetas de derecho, son también la ciudad.

Mientras que si de placeres se trata, la ciudad se deleita con la actriz Chochi Cardarelli, maestra de maestros. Capaz de hacer llorar de risa y reír a llanto. O con la poetisa Bety Medina Cabral, que nació en el Imperio, fue conferencista en Cuba, expositora en congresos de poesía, ensayista y crítica literaria, pero la conocimos hace poco, cuando otras poetas locales la reivindicaron con una casa de la poesía que ella mismo donó con ese fin.

Escritora también fue Susana Dillon, tal vez una de las pocas mujeres nombradas en esta historia local tan varonil. Hace unos días, varias personas se reunieron frente a su casa para brindarle un sentido homenaje. Entre estas personas estaba su nieta y su bisnieta. A su nieta la crio después de que la dictadura asesinara a su hija y su yerno. Fue madre, y abuela de pañuelo blanco, y dedicó su vida a la lucha por la memoria, la verdad y la justicia. Su casa fue señalizada como lugar de memoria a 10 años de su fallecimiento.

Lo mismo que hace Rosa Sabena, mamá de Nico, el adolescente que para la justicia está desaparecido. Ella sabe que lo mataron, cómo y cuándo, porque lo averiguó en una batalla contra los poderes con nombres de calles y títulos, y se recibió de abogada para defender a la parte de ella que le falta. En busca de la verdad, lo único que puede anhelar alguien a quien le extirpan un pedazo.

Hay tantas, tantas que nombrar, la primera psiquiatra infantil de Río Cuarto, la Dra. Bacigalupo, la reconocida pediatra infantil Dra Ingrid Waisman, las primeras médicas feministas, la psicóloga Norma Figueroa y la pediatra Matilde Glineur Berne, que recorrían los barros marginales para acercar derechos a las mujeres excluidas.

La primera en ser citada por el club nacional River Plate, la jugadora de fútbol Pato Carrizo, que no se fue a ninguna parte y se quedó a semillar el fútbol femenino en la ciudad. Romina Cuello, dirigente mujer del Club Municipal también sembrando fútbol femenino, y las cosas de la vida, Romina trajo al plantel femenino de River Plate hace unos días a Río Cuarto, para que las de acá sepan como juegan, las conozcan, quieran llegar hasta ahí, se vean pares. Y de las costas del río hasta las canchas femeninas se trasladó Gabriela Matta, entrenadora local, que además de enseñarles a jugar se la juega por mejorarle la vida a las que entrena.

Y en política Jorgelina Fernández, capaz de escribir una historia de amor y compartirla en Facebook y vestida de rojo, con la misma pasión, ganarle el sindicato municipal al más enquistados del sindicalismo histórico. Y son tantas para nombrar que deberíamos escribir un libro, o una buena crónica, la podrían hacer “las chicas de Puntal”, primeras periodistas mujeres que en los 80 contaron la historia que no escriben los que ganan. Qué lindo festejar el cumpleaños de la ciudad con una buena historia, cantada con el despilfarro de talento de Mia Salas.

Hace 236 años estamos acá haciendo historia, mujeres, travestis, trans, no binaries, lesbianas, gays y varones. Ya es tiempo de que comencemos a nombrarnos a todes

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