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Violencia policial en Río cuarto

En el día de ayer tomó estado público una situación de violencia institucional a mano de la policía de Río Cuarto hacia una persona que padece esquizofrenia

Se trata del joven Sebastián M. (de quien preservamos su identidad) de 38 años, residente en la localidad de Merlo, San Luis.

El día 27 de octubre su familia radicó una denuncia en la localidad de Merlo en relacion a su desaparición, dado que desconocían su paradero. 

El mismo día a las 16 horas, reciben un llamado del subcomisario Alaniz, desde la Departamental de Policía Regional 9 de Río Cuarto, quien les informa que el hombre buscado estaba en esa comisaría.

Su hermana se presenta en el lugar a las 19 horas y espera allí durante 5 horas. A las 23 horas le avisaron que lo iban a trasladar, con la presencia de dos patrulleros más un comando especial, sin permitirles verlo (les hacen aguardar a una cuadra de distancia).

En esa instancia se produce el traslado a la clínica local Philippi Pinel con los tres móviles y es allí que su familia pudo corroborar su estado. “Mi hermano estaba en ropa interior, mojado, atado boca abajo, con tobillos y muñecas atados juntos, con un casco, y no nos permitieron acercarnos a él”, afirma P. M., hermana del detenido. 

En diálogo con La Marea, P. afirmó que recién pudieron verlo el martes 2 de noviembre. Allí pudieron corroborar una serie de lesiones: un ojo golpeado con señales de derrames, golpes en la cara, las muñecas y espalda lastimadas, y fue al verse que Sebastián  pudo relatarles las situaciones de las que había sido víctima.

Imágenes gentileza de la familia de Sebastián

Fue arrojado al piso y se le pararon encima, lo agarraron de las muñecas, y con el casco puesto, relata que fue golpeado por horas. Al momento la familia desconoce si tiene secuelas de golpes internos y afirman que siguen visibles las marcas de los golpes, fruto de la violencia institucional.

Según les indicaron los miembros de la fuerza policial, el joven fue detenido por desacato a la autoridad, cuando se acercaron a él, al verlo arrojando piedras en la vía pública. 

En la clínica les notificaron que la familia sólo puede verlo dos veces por semana.

En el día de hoy se hicieron presentes en la Policía Federal para radicar la denuncia correspondiente, dado que saben de su presencia al momento de los hechos, pero luego de una hora y media no les fue permitido realizarla.

P. suma a su relato, el hecho de que su hermano llevaba consigo su DNI, lo que habría permitido a los efectivos advertir rápidamente que era una persona que tenía búsqueda de paradero, y obtener la información respecto a su diagnóstico de salud mental. 

Desde La Marea Noticias contactamos a la unidad Regional número 9 de Río Cuarto, cuyo director es el Comisario Mayor Gustavo Dellamea, pero al momento no hay parte de prensa emitido para difundir por parte de la institución.

A la  preocupación de la familia de Sebastián se suma el visibilizar los mecanismos de violencia vigentes en la policía que en nuestra provincia han implicado la muerte en situaciones aún no esclarecidas vinculadas a la violencia en el marco de diferentes detenciones. Tal es el caso de Jonathan romo, asesinado en la localidad de La Falda en julio de este año, que implicó la detención de seis efectivos y el desplazamiento de las autoridades a cargo.

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