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Movilización en Sampacho: “Se marcha por el silencio cómplice”

Ciento de personas, en su mayoría fieles de la Iglesia católica, se movilizaron hoy en la localidad cordobesa de Sampacho para repudiar al cura Héctor Pinamonti, quien fue condenado por el delito de abuso sexual infantil. Es la primera vez que en la localidad de fuerte arraigo católico, el pueblo se moviliza contra un representante de la Iglesia.

 

Por: Carina Ambrogi

 

“Bienvenidos a la morada de María. Santuario de la Consolata”, reza el cartel que recibe a quienes ingresan a la localidad cordobesa de Sampacho, abajo firma la Municipalidad. En el pueblo de 10 mil habitantes, todo evento sucede a partir de la bendición del cura, desde el velorio de algún vecine hasta la inauguración de un local comercial. El edificio que alberga la parroquia ocupa media manzana frente a la plaza central, y su fachada supera en el doble de tamaño a la de la administración municipal.

 

“Aquí es más importante la fiesta de la Consolata que el aniversario del pueblo”, cuenta a La Marea Noticias una mujer que espera el inicio de la marcha, convocada para el viernes al mediodía. Cientos de personas se suman a ella y se mueven al ritmo de aplausos, desde la Iglesia hasta la casa de Héctor Pinamonti, el cura oriundo de esa localidad que tras un juicio canónico fue encontrado culpable de abuso sexual infantil.

 

La marcha está repleta de fieles que asisten asiduamente a la Iglesia, en su mayoría son mujeres mayores. Un grupo de 4 adolescentes, algunas con sus uniformes escolares, llaman la atención entre el resto.

¿Por qué vienen?

– Venimos para hacer justicia por lo que hizo el cura Pinamonti, asistimos a la iglesia, fue muy fuerte lo que hizo y desagradable para el pueblo, dijo una de ellas.

¿Les da miedo pasar por lo mismo?

– Si tenemos miedo.

 

 

En el pueblo de tradiciones firmes y de profeso catolicismo, “feministas” es una palabra controvertida. Una agrupación de feministas se sumaron a la movilización, son también practicantes de la iglesia, y como el resto lo que esperan es un gesto de la Institución que les devuelva la confianza.

 

“Se marcha por el silencio cómplice, nosotros nos criamos con este cura andando por la calle, gozando de privilegios, mientras que las víctimas han tenido una vida muy triste. La iglesia sermonea y da clases de moral a todo el mundo, pero ante estos casos hacen silencio y encubren. Pedimos justicia por las víctimas de este cura abusador”, expresaron las mujeres.

 

Sostienen, entre otros, carteles que advierten: “El abuso es un delito, no un pecado. Basta de complicidad”.

 

 

Refuerzo policial

 

“Por qué tanta policía, que se piensan que somos”, se quejó un vecino ante el importante operativo policial que se montó para custodiar la Iglesia y la movilización vecinal. Tres uniformados se apostaron al frente de la parroquia, que permaneció cerrada al público esta mañana. El resto acompañó a les manifestantes cortando el tránsito durante el corto recorrido que separa la plaza de la casa del cura.

 

“La intención fue cuidar a los manifestantes para que no pasara nada”, dijo a este medio la Subcomisaria María Rojas, quien aseguró además que, desde Río Cuarto, ciudad cabecera del departamento, enviaron refuerzos que estuvieron a cargo del Comisario Jorge Olguin, que se acercó en persona.

 

La manifestación terminó en la casa del cura, que quedó empapelada de consignas de repudio hacia los abusos que cometió. Además de aplausos y gritos como «que se vaya del pueblo», algunas manifestantes colgaron cintas rojas con el letrero «no violarás».

 

Presencia estatal ausencia eclesiástica

 

Franco Suárez, el joven Intendente de la localidad, acompañó junto a un grupo de trabajadoras y trabajadores del municipio la caravana. “Participamos porque es una obligación como autoridad acompañar en el repudio de estos hechos aberrantes.”, dijo. “Para Sampacho la Iglesia es muy importante es un pueblo muy católico y estos hechos y que se repitan una y otra vez hace repensar en la necesidad de que se haga justicia, y que esto funcione como un disparador para que esto no vuelva a suceder”, agregó.

 

Por parte de la Iglesia ningún representante se hizo presente. Es una ausencia que duele en las personas religiosas que depositan sus miedos profundos y secretos más importantes en quienes allí se desempeñan.  “Pienso que la iglesia ha sido muy blanda, y le ha permitido durante todo este tiempo que siguiera estando en la iglesia y eso no puede ser. A un médico hace algo mal y le sacan la matricula, a este hombre hay sacarle el titulo”, dijo una mujer de anteojos pronunciados, voz firme y poco más de 60 años.

 

Según relataron las vecinas, Pinamonti siguió ejerciendo todo este tiempo actividades vinculadas a la Iglesia, pese al dictamen propuesto por Monseñor Uriona y aceptado por el Vaticano, que le prohibía ejercer el Ministerio en público. La Diócesis de Río Cuarto nunca contó ante sus fieles de la sentencia que pesa sobre el cura, quien al día de hoy sigue siendo parte de la misma.

 

Después de que el caso del abuso sexual infantil tomara estado público tras la nota publicada por esta cronista, y el periodista Pablo Callejón, dos mujeres más manifestaron públicamente que fueron víctimas del mismo delito cuando eran niñas.

«Me violó cuando era una niña, hicimos la denuncia contra el cura en la policía pero sólo lo trasladaron a Achiras»

 

M. tramita en la justicia ordinaria un juicio contra el Obispado de Río Cuarto por falta de reparación después de haberse conocido la sentencia del juicio penal canónico. La causa esta a cargo de la abogada Jacqueline Cattáneo, quien acompañó a la segunda denunciante a presentarse ante el Obispado, por requerimiento de ellos, para formalizar su denuncia.

 

En el día de ayer, cuando realizaron la diligencia, sentaron un importante precedente que modifica aspectos revictimizantes y traumatizantes del proceso. S. como se identificó a esta denunciante, pudo estar acompañada y sostenida por su abogada, la entrevista se realizó en un lugar con buena luz y de parte de la Iglesia asistió un vicario y una abogada. Fue la abogada mujer quien le realizó preguntas puntuales.

 

Las dos mujeres que narraron a La Marea Noticias su paso por un juicio canónico manifestaron haberse sentido intimadas durante estas experiencias, que se realizaron en presencia de varones que les hicieron todo tipo de preguntas. Además, una de ellas tuvo que firmar el “Silencio pontificio”, mediante el que juró no hablar del caso denunciado con nadie más que con su psicóloga o integrantes de la Iglesia.

Contra dos curas de la Diócesis de Río Cuarto se inició proceso por abuso sexual en 2018

 

Después de la movilización, M. compartió una carta en la que agradece al pueblo de Sampacho: «Hoy siento que puedo tomarme un descanso porque hay un pueblo que lucha. ¡Gracias Sampacho por ser su cárcel!».

 

 

Cuando finalizó la convocatoria y las personas abandonaron el lugar, fue el propio cura quien removió todo del frente de su casa, había estado durante todo el acto de repudio escuchando desde adentro.

 

En la morada de la Consolata hoy al mediodía no tocaron las campanas. Tocan cada día, marcando el pulso de la vida que allí se transita. Las manifestantes tienen esperanzas de que la acción de hoy logre el cambio que esperan, hasta el momento hay un silencio que dice más de lo que calla.

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