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La Federación Médica de Buenos Aires contra los derechos de niñes y jóvenes trans y no binaries

Médiques de la provincia de Buenos Aires recibieron este miércoles, 6 de octubre, una inédita y preocupante notificación de la Federación Médica de Buenos Aires (FEMEBA) sobre la atención de personas trans y no binarias. En la misma se menciona que no serán reconocidas las consultas de adultos (mayores de 18 años) a les pediatras categorizades en arancel diferenciado (cuando según la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud de la Nación, la adolescencia se extiende hasta los 20 años). Tampoco serán reconocidas o dejarán de abonarse las prestaciones en obstetricia o tocoginecología solicitadas por varones, lo que significa la obstaculización o impedimento del acceso a la salud sexual de masculinidades trans y no binaries o intersex que lo requieran.

 

Por Santiago Merlo. Varón trans, integrante de la Red de Paternidades Trans y La Casita Trans.

 

La nota número 68 que fue recibida ayer por médiques de toda la provincia de Buenos Aires, a través de los círculos médicos, viola la Ley 26.743 de Identidad de Género, estigmatizando, discriminando y violentando a las personas que necesitan el tipo de cobertura allí mencionado y que no se identifican con el género femenino asignado al nacer.

Además, incumple con las leyes que garantizan los derechos de los pacientes, la de reproducción asistida, ley de fertilidad, la ley de salud mental, entre otras.

 

La disposición está firmada por Sandro Scafati, secretario de Gobierno de la Federación.

 

 

Ante este comunicado, se espera que en el transcurso de la jornada, FEMEBA reciba una lluvia de reclamos por parte de organizaciones del colectivo lgbti+.

 

La Red de Paternidades Trans, con presencia en distintas provincias del país, entre ellas Buenos Aires, considera esta arbitraria decisión como un atropello, y manifiesta su profunda preocupación encontrándose en estado de alerta.

 

Los varones trans seguimos siendo expulsados del sistema sanitario, sufriendo violencias ginecológicas, obstétricas y de todo tipo. El inventario de prácticas que nos corresponden según nuestra biología queda reducido a tratamientos hormonales o a cirugías de modificación corporal, en el mejor de los casos. No aborda la complejidad de nuestra salud sexual (no) reproductiva.

 

Las prestaciones nomencladas y establecidas por la medicina hegemónica, desde una lógica binaria, cissexista, heteronormativa y patriarcal, señalan que no podemos, siquiera, realizarnos un PAP, una ecografía transvaginal, una mamografía porque esas son prestaciones «para mujeres» y tenemos que pagar la práctica aún teniendo obra social o medicina prepaga, además de tener que acudir a nuestras redes para llegar a une médique amigable (de boca en boca) que nos trate dignamente, humanamente, en algún dispositivo de salud.

 

Las mismas mesas de entrada, el sistema administrativo, el software con el que se cargan nuestros datos invalidan, e invisibilizan nuestras vivencias y experiencias, nos marginan y ponen en riesgo nuestra salud.

 

A las afectaciones de varones trans por cáncer de mama, cáncer de útero, complicaciones gestacionales, dolores crónicos en los ciclos menstruales, partos no respetados, dificultades en el puerperio, lactancia, incumplimiento de la Ley 26.710 de Interrupción del Embarazo, no respeto a la identidad de género en el acceso a las técnicas de fertilización, entre otros, se suma este nuevo destrato.

 

Es una violencia sin precedentes que FEMEBA disponga e intente otorgar la facultad a círculos médicos, obras sociales, prepagas y otros regímenes de prestadores, de negarnos la atención que necesitamos de por vida.

 

De prosperar esta medida, corremos el riesgo de que sea replicado en otras provincias, y que objetores de conciencia tengan un nuevo instrumento para continuar negándonos la atención desde la niñez, adolescencia hasta la adultez trans.

 

Esperamos que haya un pronunciamiento en el transcurso del día del Ministerio de Salud de la Nación, que no solamente observe sino que también sancione estos procederes que pueden llevarnos, incluso, al borde de la muerte.

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