Actualidad Destacados Portada Economía Violencias

Emilio Pérsico y el matriarcado: ¿Hasta dónde se es compañero?

Emilio Pérsico, referente del Movimiento Evita y secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo de la Nación, se refirió a las tarjetas de ayuda social desde conceptos inadmisibles: ¿cuál es el límite para quienes los grandes referentes de las organizaciones sociales? (siempre con O). ¿Se pueden gestionar políticas de justicia social desde conceptos que se contradicen?

 

Por Romina Pezzelato

En un discurso ante la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE), Pérsico apuntó contra el “matriarcado” y lo relacionó a la delincuencia y el consumo de drogas: “En la Argentina la ayuda social se dividió principalmente en dos puntas: los niños y los ancianos, y en general siempre la que tiene las tarjetas de ayuda social en el barrio es la mujer. Eso hizo que la mayoría de las familias sean matriarcales y si la que conduce es la mujer y el chabón piró, la única forma que tiene para volver a su casa es agarrar cinco giles y llevarse cinco celulares a cinco mil pesos cada celular o vender droga y caer en las enfermedades sociales”, dijo. Y agregó: “Eso ha destruido el tejido social y hace que después estos compañeros tengan, como dicen los empresarios, una muy baja empleabilidad. El responsable de eso, es este sistema que hemos creado”

 

https://www.youtube.com/watch?v=vxxw2N3HJhI

 

Por la tarde del jueves, en un comunicado que el Movimiento Evita publicó en Twitter, Pérsico se disculpó por sus dichos. “En primer lugar,quería pedir disculpas ante mis expresiones machistas en la conferencia de la ACDE. Creo que no es solo un problema del mal uso del lenguaje sino también conceptual”, manifestó. Y continuó: “Durante toda la conferencia hablo con un lenguaje no inclusivoy por más que trabajo para combatir mi machismo hace muchos años, todavía no logro expresarlo”.

 

Tras la resonancia de estas gravísimas declaraciones, Elizabeth Gómez Alcorta reprochó sus comentarios por “arcaicos” en una entrevista brindada a Futurock: “Para mí, lisa y llanamente, es una barbaridad. Sé que el compañero pidió unas disculpas, que fueron raras sobre el lenguaje inclusivo, y no sobre su mirada”, expresó la Ministra.

 

Qué dijo con lo que dijo

La gravedad de los dichos de Pérsico puede leerse en diferentes dimensiones.

Para él, a partir de la emergencia de las tarjetas de ayuda social, se genera una reorganización al interior de los núcleos domésticos en clave de roles: quien tiene la plata, manda. Esto es, se reorganizan en definitiva las relaciones de poder, pero él no cuestiona si esas relaciones son legítimas o no. O, en el peor de los casos, asume que las economías domésticas deben ser gestionadas por los varones: uno de los pilares de la violencia económica.

Bien sabemos que programas destinados a erradicar la violencia de género como el “Potenciar”, brindan apoyo económico para que las mujeres que padecen escenarios de violencia puedan generar estrategias mínimas para salir de esos hogares (escenario por demás complejo).

 

Por otra parte, no nos queda en claro qué entiende Pérsico por matriarcado, si eso lo asocia a la lucha feminista, en qué sentido. Lo cierto es que si algo enfrenta el feminismo es al mayor sistema de opresión y desigualdades: el patriarcado; cuya contraparte es el capitalismo.

Podemos pensar que para él el matriarcado está en el extremo opuesto del patriarcado. En ese caso: ¿no estaban antes de las tarjetas alimentarias las mujeres confinadas a la delincuencia y el alcohol?

 

El patriarcado como sistema de opresión, nos oprime a todes. Varones, mujeres y personas del colectivo LGTBIQ+. Pero esas opresiones son SIEMPRE más agudas, graves y violentas en relación a las mujeres y disidencias. Sobre esos cuerpos se ejerce explícitamente, y sobre esas existencias el sistema legitima las violencias.

Lo preocupante de estos dichos es que estamos hablando de un referente de una organización social y además de un funcionario que se vincula al ámbito de la economía popular. Él gestiona, proyecta, acompaña líneas estratégicas desde esta mirada de las relaciones de opresión.

 

A tal punto dejó en evidencia su no dimensionar la gravedad de lo dicho, que en sus disculpas mencionó el no hablar con lenguaje inclusivo

A nadie le interesa la vigencia del uso de la e, si se sostiene desde este paradigma. Nadie desde ningún espacio feminista, lo concibe de ese modo. Algo que también se debiera avisar al funcionario y a quienes lo asesoran.

 

Cuál es el límite con los “compañeros»

Para Pérsico se trata de terminar con su machismo.

Pero el tema es muchísimo más profundo. El machismo, en tanto conducta, es algo que nos habita a todes. Nos constituye como matriz cultural desde la que hemos sido criadxs. Contra ello batallamos a diario.

 

Pero sus dichos no sólo fueron machistas. Sino que enunció, en todo caso, la necesidad de sostener un orden patriarcal de la economía doméstica, y con toda certeza, de la economía popular.

Allí es que se asienta la gravedad de lo dicho.

Y no es posible defensa alguna.

 

Si sus disculpas fueron redactadas junto a compañerxs, también nos hablan mal de sus compañerxs.

Y vuelve la inquietante pregunta en relación a varones que suponemos “compañeros”: ¿Cuál es el límite?, ¿hasta dónde los acompañamos a entender y desde qué momento se torna inadmisible?

 

Si ese compañero además es un funcionario: ¿quién se hace cargo de su presencia?; ¿será que hay alguien más capacitade y con más coherencia ideológica para pensar la economía social?

 

¿Hasta dónde se es compañero?

Compartinos tu opinión

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *