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Río Cuarto: Ante el aumento de casos de Sífilis en un 300%, dos profesionales realizaron un proyecto para la detección y control

Por: Carina Ambrogi

 

El minúsculo bracito del recién nacido, frágil como el resto de su cuerpo, se penetra con una aguja también diminuta, que permite ingresar la dosis de penicilina que deberá ser administrada durante 10 días como mínimo. Es una aguja cubierta de teflón, se le llama abbocath, es la de menor calibre, pero igual, invasiva. Se suministran dos dosis por día, y la fragilidad de las venitas y del tejido hace que cada 3 o 4 días haya que pinchar en otro lugar. Este tratamiento, que se suministra a bebes recién nacidos que fueron diagnosticados con Sífilis Congénita, y también a quienes se duda de la efectividad del tratamiento que recibió la madre durante la gestación, es parte de las primeras experiencias que esos seres atravesarán en soledad. Para administrarlo, tienen que separarse de sus mamás por 10 días y aguantar en incubadoras de cuidados intermedios. Las mamás no siempre pueden organizar la rutina con sus otrxs hijxs, y este proceso puede interrumpir también la lactancia materna. La mamá también debe ser tratada al igual que su pareja, si el tratamiento falla en cualquiera de las personas la enfermedad se puede volver a adquirir.

 

“Río Cuarto no cuenta con un sistema estadístico con el que podamos tener datos concretos de toda la ciudad respecto de esta problemática, si podemos dar cuenta de que los casos que vemos en la maternidad son acordes a los que hay a nivel nacional”, explicó a La marea Noticias Carina Iacomelli, Licenciada en Enfermería. Trabaja en la maternidad desde hace 11 años, y junto a su compañera Leticia Latore, Licenciada en Obstetricia, fueron las responsables de realizar el proyecto que derivó en el “SIMS: Sistema Informático Municipal de Salud para VDRL (+)”,  el “Programa Municipal de Diagnóstico, tratamiento y manejo de la Sífilis en el embarazo” y “Prevención de la Transmisión Perinatal”.

 

La OMS calcula que de 130 millones de nacimientos anuales en el mundo, 8 millones de infantes mueren antes de su primer cumpleaños, y de esos, tres millones lo hacen antes de su primera semana de vida. Un poco más de 3 millones son muertes fetales, muchas de las cuales se asocian a la infección treponémica (Sifilis), la gran mayoría en países en desarrollo.

 

Según los números del Ministerio de Salud la Nación, entre 2011 y 2017 los casos de sífilis en Argentina pasaron de 3.875 a 11.709, números de los que no escapó Río Cuarto. Estos datos son parte del informe diagnóstico que elaboraron  dos profesionales de la  Maternidad Kowalk, de esta ciudad, movilizadas por el incremento de casos que tenían que atender en esa institución. Financiado con su propio sueldo, fuera del horario de trabajo y por voluntad propia, realizaron una investigación que tenía como objetivo dar cuenta de las causas que motorizaron el incremento de casos, y avanzaron en la propuesta de una posible solución.

 

 

Un problema evitable

 

Los proyectos contemplan un plan de acción que permite la sistematización de datos a partir de la detección temprana de personas gestantes o no gestantes infectadas con esta patología, programas de tratamiento y un seguimiento y control. Toda esta información nucleada en un sistema que, mediante el análisis y cruzamiento de datos permita la planificación de políticas públicas para una correcta atención.

 

Según advirtieron, la proliferación de los casos es evitable con políticas públicas de salud de aplicación efectiva, pero a falta de eso  “implica a un recién nacido cuya enfermedad fue adquirida, y que deberá ser sometido a procedimientos agresivos para diagnósticos y para un tratamiento muy costoso para la sociedad pero también para su vida, por su corta edad, al igual que los aspectos familiares, ya que son tratamientos de larga duración, obligando a las familias a reacomodar sus rutinas para el cuidado del recién nacido”, advirtieron.

 

A esta problemática, continúan “se le agrega la mala actuación o la falta de protocolos al respecto, sometiendo a la Familia a una situación de riesgo, donde los métodos de seguimiento social no son los adecuados, evidenciándose en reinfecciones y mayor propagación de la enfermedad”.

 

La posibilidad de nuclear la información en un sistema común junto con el tratamiento y control entre el nivel primario de salud municipal, que corresponde a todos los centros periféricos, permitiría para las realizadoras del proyecto un mejor abordaje de controles prenatales, tratamientos y seguimientos, de la atención de posparto, anticoncepción segura y factores de riesgo socio-económicos, mejor seguimiento del Recién Nacido de alto riego, crecimiento, desarrollo y reinserción infanto-adolescente a la sociedad.

 

Este proyecto que fue presentado en 2019 a la Subsecretaría de Salud de la Municipalidad de Río Cuarto. En la mañana de hoy, casi dos años después, sin ninguna respuesta del área de Salud o de la mujer, Carina y Leticia sacaron de su bolsillo dinero para encarpetar el proyecto actualizado y entregarlo nuevamente a funcionarias municipales, con la esperanza de que ahora sí y de manera mancomunada, se reúnan las voluntades que permitan al menos, hacer un análisis de viabilidad o factibilidad para su aplicación. En la ciudad, la falta de políticas públicas para la atención adecuada de la salud sexual y reproductiva fueron alertadas por integrantes de instituciones de salud y por movimientos feministas, quienes aún esperan respuestas a pedidos que incluso cuentan con patrocinio legal.

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