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ENACOM: evaluación de contenidos para una comunicación sin violencias

Por: Carina Ambrogi

Ante la infodemia en la que nos sumergimos a diario, las herramientas que permitan garantizar el derecho a información de calidad, que en este contexto resulta fundamental para construir sentido, se vuelven más necesarias que en lo habitual. Muchas de estas herramientas que eran parte de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual fueron avasalladas durante el Macrismo, pero algunas lograron seguir de pié.

Pese a los recortes y modificaciones que tuvo el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), todavía se sostiene su función de fiscalizar y sancionar los contenidos de radio y televisión que incumplan con las leyes vigentes. Desde el organismo aseguraron a La Marea Noticias que realizan aproximadamente 2 mil expedientes anuales, que surgen del relevamiento que realizan sobre los contenidos de las emisoras a donde tienen sedes, o bien de los que llegan por denuncias de televidentes o radioescuchas desde cualquier punto del país.

El número es menor al que recibía el ex “COMFER”, que gozaba de más publicidad y hasta tenía un call center con una dotación importante de personal dedicado a receptar los reclamos. Ahora, la falta de difusión de esta función específica, y el hecho de que otros organismos con mayor injerencia comenzaron también a realizarla, como el INADI, la Defensoría del Público o el Ministerio de las Mujeres, género y diversidad, llevó a que la demanda decaiga por parte de la ciudadanía. Esto se suma al desguace del ente durante el gobierno anterior, cuando muchas delegaciones recortaron personal y algunas directamente cerraron. Este es el caso de la sede Bariloche, a donde el personal fue relocalizado – en el mejor de los casos – o directamente despedidxs.

Pese a estos avatares, y en virtud de que los artículos de contenido de la Ley de Medios siguen en vigencia, el estudio y análisis de contenidos y aplicación de infracciones continuaron. “En ENACOM tenemos compañeres responsbles de relevar los contenidos en vivo y diferido de canales de TV y programas de radio, son quienes hacen un primer análisis para ver si los mismos violan algún artículo de la Ley de Medios”, comentaron fuentes del ente. Si es un contenido que amerita evaluación, se conforma un expediente que será fiscalizado por un conjunto amplio de profesionales, entre psicólogos, comunicadores sociales y psiquiatras, entre otres, quienes elevan un informe a donde precisan si el contenido en cuestión infringe algún artículo de la ley o no. En caso de infracción se avanza en los procesos legales para multar económicamente al medio. Nunca las infracciones son contra periodistas o programas, siempre es les propietaries de los medios, ya que lo que se busca es una mejor calidad de contenidos.

Esta función que cumple ENACOM, que incluso no figura en la página del organismo en la sección “funciones”, releva por lo general 4 temáticas: violencia, discriminación, lenguaje o mal tratamiento de temáticas complejas. Las de mayor trascendencia fueron las infracciones aplicadas contra una emisora de la ciudad de Buenos Aires que tiene entre su grilla al periodista Baby Etchecopar, famoso por denostar e infringir violencia simbólica y mediática contra las mujeres e identidades diversas en su programa.

Respecto de la violencia de género entre las infracciones más recurrentes en TV figura la repetición de escenas reales de violencia tomadas por cámaras de seguridad o celulares sin ningún tratamiento periodístico. Este hecho se considera un mal tratamiento de la información ya que genera una espectacularidad y repetición del hecho de violencia en sí.

Con recortes pero de pie

Algunos tipos de infracciones fueron dejados de lado por el gobierno de Mauricio Macri, como por ejemplo los casos en los que se promueve el gatillo fácil o justicia por mano propia, estos no fueron penalizados en los últimos años por decisión política.

Ante la falta de sedes en todo el país y atendiendo a que las personas se informan con los programas de su proximidad, en una matria tan basta y heterogénea, se vuelve fundamental que sea la audiencia activa la que pueda comunicar violaciones a derechos o malos tratamientos periodísticos. Sobre este punto desde el organismo señalaron que ha habido un cambio muy importante por parte de las productoras, que tiene relación con los años de transcurridos estos espacios de control de contenidos, pero fundamentalmente con el movimiento feminista que puso en agenda el fin de la violencia por razones de género.

Respecto de situaciones puntuales que son comunes en los medios, como por ejemplo cuando se entrevista a un candidato a un cargo político con imputaciones por violencia de género y esto no es parte de la entrevista, o cuando un entrevistado dice una barbaridad y quien entrevista no refuta y esta barbaridad queda legitimada, desde ENACOM señalaron que no hay herramientas para sancionar ese tipo de coberturas. “Eso roza la ética y la moral, y es importante recalcar que el periodista tiene una responsabilidad social que muchos intentan desconocer para quitarse responsabilidades”, señalaron del organismo.

Para comunicarse con el ente y denunciar contenidos, las personas pueden buscar en la página WWW.ENACOM.COM.AR la sección delegaciones y localizar la sede más próxima, o bien comunicarse con la sede de Buenos Aires. La vigencia de esta herramienta es una de las opciones posibles para exigir mejores contenidos, acordes a derecho, y libres de violencia.

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