Foto: Paul Amiune
Actualidad Mujeres al frente

Las artistas, otra vez ausentes en los festivales

Foto: Paul Amiune

La Ley de Cupo Femenino en los Escenarios fue sancionada a fines del 2019, pero aún no impactó en los eventos de verano, cuyas grillas, ya estaban confirmadas desde hace meses.

Por: Pao De Senzi para La Marea Noticias

Foto: Paul Amiune

El 20 de  noviembre del año pasado se sancionó la Ley de Cupo Femenino en los Escenarios, que fija un 30 por ciento de artistas mujeres en los eventos musicales en vivo. En el país se realizan cerca de 400 festivales y algo más de 200 suceden en la provincia de Córdoba. Si bien la ley ya fue publicada en el boletín oficial, poco o nada se cumple a lo largo del país. Haciendo un paneo rápido por los festivales de Córdoba, sólo el de Folklore de Cosquin, contempla (casi sobre el limite), el 30 por ciento. En los demás casos, es nula o muy baja la presencia de artistas mujeres.

El proyecto  fue  presentado por la diputada mendocina Anabel Fernández Sagasti en el año 2018, y motorizado gracias al empuje del colectivo Mas Músicas en Vivo cuya vocera es Celsa Mel Gowland, quien también apoyó desde su lugar de vicepresidenta del INAMU. Éste organismo ahora será el encargado de controlar el cumplimiento de la ley, que obtuvo mayoría en el Senado a mediados del año pasado y se aprobó por 133 votos a favor, 6 negativos y 16 abstenciones en diputados a fines de noviembre. El colectivo trabajó durante los dos últimos años intensamente, conjuntamente con otros movimientos del interior del país, denunciando e informando sobre el bajo o nulo porcentaje de mujeres músicas en los festivales y en espacios en donde se realizan espectáculos en vivo.

La realidad,  que muchos programadores utilizan para excusarse este año, es que las grillas festivaleras estaban confirmadas desde antes que se promulgue la ley, incluso algunos festivales habían cerrado sus programaciones a mediados del año pasado. No obstante, ya hubo polémica a principios del 2019 cuando, ante el reclamo sobre el escenario del Cosquin rock de las integrantes de Eruca Sativa sobre la poca presencia femenina en la grilla, José Palazzo, declaró que “no había mujeres suficientemente talentosas para ocupar el escenario del festival más grande de rock del país”. Luego vinieron las disculpas y aclaraciones, pero nada fue suficiente para remediar semejante declaración. Este año, Cosquin Rock, ha sumado presencia femenina a su grilla. Parece que, de pronto, aparecieron los talentos femeninos que los programadores desconocían…

En cuanto al folklore, género que contemplan la mayoría de los festivales de verano, presenta un territorio no sólo hostil a los cambios sino que ligado más bien a los principios del patriarcado desde sus orígenes. Desde el discurso, la pose y la práctica, las noticias sobre la ley de cupo han pasado de largo, para la mayoría de los programadores. En Córdoba, sólo Cosquin y Jesús María se pronunciaron sobre el tema. El primero, en la voz de Luis Barrera, gerente de programación, quien alegó que les llegan pocas propuestas femeninas, pero que se ha hecho todo lo posible para cubrir el cupo. Respecto al Festival de Doma y Folklore, este año se vio envuelto en un escándalo por la denuncia de violación que pesa sobre su presidente, Nicolás Tottis. Rápidamente, la organización actuó en los días previos al comienzo del encuentro apartando a Tottis del cargo por 20 días, hasta que la justicia se expida sobre la denuncia, presionados por los colectivos feministas locales y de la provincia. Luego fue nombrada una mujer en el cargo, quien prometió rever la situación de la cartelera el año próximo. Es la primera mujer que toma las riendas en 55 años de festival. El encuentro, cuestionado por su espíritu netamente tradicionalista y patriarcal se está llevando a cabo en estos momentos y presenta en su grilla artística solo 5 mujeres solistas y 4 más en banda, contra más de 70 músicos varones entre solistas e integrantes de agrupaciones.

Un festival más joven, pero con una convocatoria fuerte como es la Fiesta de la Avicultura en Santa María de Punilla (otro caso emblemático) convocó a 12 números artísticos masculinos, y solo dos femeninos (Yas Gaglairdi y Pink Wasted, una solista, y un conjunto integrado por cuatro chicas).

Otro de los festivales cuya esencia es masculina, es el de Laborde. La grilla artística comprende un músico por día, porque el encuentro está basado fundamentalmente en la competencia, pero, desde ese lugar, por ejemplo, no permite incluir mujeres malambaristas. La decisión, fue explicada hace un par de años por Omar Fiordelmonto, uno de sus jurados, y ex director del Ballet Folklórico Nacional: “Este festival desde sus inicios se propuso preservar las formas tradicionales y en ese sentido las mujeres no bailaron malambo. Es cierto que zapatearon en algunas danzas -en algunos “remedios” o en algunos “triunfos”-, pero era una especie de escobillado, algo suave, sin esa rusticidad que el hombre tiene de por sí. No digo que sea imposible, pero no creo que alguna vez puedan incorporarse, justamente por las características de este festival”. Paradójicamente, en el certamen de nuevos valores Pre Cosquín, ese mismo año llegó a la final un conjunto de malambo femenino.

Más festivales de Córdoba que no cumplen con el porcentaje mínimo: Embalse un Canto a la Vida: 12 números masculinos, dos solistas femeninas (Roxana Carabajal y Yamila Cafrune); Villa Maria: 14 a 3; Folklore en el Agua de Villa del Rosario, 18 varones contra 1 sola intérprete femenina (Carolina Sarmiento), y la lista sigue.

Qué pasa en el país

En el norte, al parecer, no hay mujeres músicas. Por estos días, la Mesa de Músicas de Salta, denunció la situación: Las grillas de una de las provincias con mayor número de festivales, contemplan muy pocas artistas en los escenarios. La Serenata a Cafayate es uno de los más antiguos y tradicionales, con antecedentes de maltrato y ninguneo a artistas femeninas hace unos años, la coplera Mariana Carrizo fue desplazada del escenario apenas subió para dar lugar al Chaqueño Palavecino, tiene confirmada su cartelera con más de 14 números masculinos y ninguna mujer, y en la misma provincia, el Festival de la Chicha, en La Caldera (también Salta), 11 números contra dos. En Santiago del Estero, dos festivales que pasaron se olvidaron de las chicas: el del bombo en Frías y el de la Chacarera en la capital, contemplaron solo el 10 por ciento de presencia femenina en una cartelera de más de 30 artistas cada uno. En Catamarca, el movimiento Margaritas, alertó sobre el bajo porcentaje de artistas femeninas en los escenarios de la provincia: en el Festival del Cabrito, de 36 números convocados, solo dos son mujeres. En Buenos Aires, Baradero (el más antiguo de la provincia) tiene una sola artista mujer en tres días de festival; Diamante, en Entre Ríos, no anuncia ninguna en su cartelera y Henderson, en el centro de la provincia sólo una. En Mendoza, Rivadavia canta al país, solo contempla en tres noches, una mujer.

Cabe destacar que, al menos la Fiesta Nacional de la Ganadería en Victorica, La Pampa y la Fiesta Nacional del Chamamé en Corrientes, cumplen con el 30 por ciento de presencia femenina.

Este es el panorama de la presencia femenina en festivales a lo largo del país, teniendo en cuenta que los meses de verano permiten visibilizar el problema que, por cierto se repite durante el año en los espacios artísticos de todo el país. A partir de marzo, se verá si en los meses sucesivos se revierte la situación y el próximo verano festivalero mostrará en sus carteleras a las mujeres que vienen trabajando – desde hace muchos años y con sobrado talento – con sus propuestas artísticas.

 

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