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Aumentó en Río Cuarto la inscripción de bebés de mamás adolescentes en 2019

Según datos del Registro Civil de Río Cuarto,  se inscribieron en lo que va de 2019 64 bebés de mamás de 14 a 16 años y dos de 13 años. Los datos superan a los de 2018 cuando se registraron 50 en todo el año. En el sistema de salud los datos indican una disminución del embarazo adolescente. El sistema público tiene un  porcentaje superior en un 50% respecto del privado. La falta de acceso a educación sexual y el machismo en la distribución de responsabilidades respecto de la salud reproductiva son las causales más señaladas.

Por: Carina Ambrogi

Desde la ventana antigua de madera pintada de blanco, entra una luz tenue que ilumina los asientos en fila de la sala de espera del Registro Civil. Miles de personas pasan por ahí, hacen trámites que dejan los datos que la transforman en una usina de indicadores sociodemográficos. Una mamá que aparenta ser adolescente, espera allí con un bebé a cuesta. Espera parada, activa, lo mese. El bebé impecable, pequeño, con ropas nuevas de colores fuertes casi ni se ve debajo del cuidado atuendo. La acompaña una mujer que la mira todo el tiempo y la rodea atenta, como arquera esperando un tiro penal. En lo que va del 2019, 29 adolescentes de entre 14 a 16 años estuvieron en esa misma sala para anotar a sus recién nacides. De las tres delegaciones que hay en la ciudad de Río Cuarto, la del centro es la que más bebés inscribió de mamás de este rango etario. En la de Barrio Alberdi se anotaron 19 y en Banda Norte 16. Las cifras revelan que en lo que va de 2019 se inscribieron 64 bebés de mamás con edades entre los 14 a los 16 años. El dato supera al 2018, cuando la cantidad fue de 50.  En ambos periodos, se sumaron dos bebés de mamás de tan sólo 13 años.

El Registro Civil no suele ser una fuente periodística para este tipo de datos, que por lo general los proporcionan instituciones vinculadas con la salud. Pero la directora del Registro local, Jorgelina Fernández, una militante social y feminista, se colocó los lentes con perspectiva de género para segregar los números con este recorte.

“El Registro Civil es un proveedor directo de datos vitales del Estado. Aquí registramos la edad de la madre de los bebés o niños que solicitan un DNI, si tuvo hijos antes, cuándo fue la fecha de su última menstruación, si tuvo parto natural o cesárea, si los padres están juntos o no conviven, en qué sector viven, si tuvieron asistencia médica o si fue un parto domiciliario, entre tantos otros”, explicó a La Marea Noticias Fernández.

Menos recursos menos derechos

El desfile cotidiano de la realidad social que pasa por su escritorio le permite asegurar que las mamás que cursan embarazos adolescentes padecen en un 90% una vulnerabilidad social absoluta. “La mayoría de las veces venían las mamás a inscribir a su bebé con el documento de los 8 años. Hemos visto mamás con el documento tapa verde que se le otorga al recién nacido. Eso muestra la falta de acceso a derechos”, dijo Fernández.

El incremento de mamás adolescentes que inscribieron bebés en edades de entre 14 y 16 años contrasta con los datos provistos por el sistema de salud, que hablan de una disminución del embarazo adolescente. En Río Cuarto aproximadamente el 50% de los nacimientos se realizan en el sistema público y la otra mitad, en el privado. De los nacimientos del sistema público, alrededor del 30% (aproximadamente), se realizan en el Hospital San Antonio de Padua, y el otro 70 por ciento en la Maternidad Kowalk.

El recorte etario que se hace en el sistema de salud para considerar que se trata de embarazos adolescentes es de personas de menos de 19 años. “Dentro de la maternidad adolescente se realizan dos divisiones: temprana (menores de 15 años) y tardía (de los 15 a los 19 años)», explicó a la marea noticias la doctora Ingrid Waisman, directiva de la clínica privada Neoclínica. Esta clínica registra cerca de la mitad del total de los nacimientos que se realizan en el sector privado. En lo que va de 2019, tuvieron allí 46 partos de adolescentes de hasta 18 años, algo más de 4 mensuales. En la maternidad fueron 134, y en el hospital 60 (en éste último caso se tomó de julio de 2018 a julio de 2019, ver más datos en recuadro).

Si se tiene en cuenta que las personas de menos recursos asisten al sistema público de salud, los datos dejan en claro que los sectores más empobrecidos son los que cargan con la mayor cantidad de embarazos adolescentes.

Un cuerpo en crecimiento, gesta otro cuerpo en crecimiento

Según el informe de situación que sustenta el Plan Nacional de Prevención del Embarazo no intencional en la adolescencia, en Argentina 7 de cada 10 embarazos en adolescentes de entre 15 y 19 años no son intencionales. Además, el 80 por ciento de los embarazos de niñas menores de 15 años no son intencionales y la mayoría, es consecuencia de situaciones de abuso sexual y violación.

Es considerado un problema porque afecta la salud, el bienestar y las oportunidades de trabajo, estudio y desarrollo personal, de quienes lo padecen, profundiza las desigualdades de género y en las niñas menores de 15 años, pueden significar severas afecciones para su salud. “En las niñas de 10 a 14 años cursar un embarazo supone un alto riesgo biológico, psicológico y social. Para decirlo de manera sencilla es un cuerpo en crecimiento gestando otro cuerpo en crecimiento” dijo Marcela Yanover, directora de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud provincial.

“Ser madre conlleva tomar una serie de responsabilidades que chicas de esa edad no están en condiciones psicológicas ni económicas de soportar. Además hay riesgos físicos porque son embarazos que muy frecuentemente se complican. Uno de los riesgos más importante es para los bebés, porque generalmente nacen prematuros. Son mamás de cuerpos pequeños, y es un embarazo que no se desarrolla en las condiciones fisiológicas óptimas”, agregó Waisman.

Falta de educación y machismo

Las profesionales consultadas coincidieron en que el problema central radica en la falta de acceso al derecho de educación sexual y planificación familiar. En este sentido desde la Provincia se desarrolla un plan que prevé la instalación de consultorios interdisciplinarios para la atención de adolescentes. La doctora Emilse Schule, responsable del programa en el Hospital de Río Cuarto, explicó a La Marea Noticias que desde hace un año funciona un consultorio que atendió en el último cuatrimestre a 167 adolescentes. Como advirtieron que es difícil que se acerquen hasta allí, comenzaron a realizar asesorías directamente en instituciones educativas de la ciudad. Esto les permitió un alcance más directo con les adolescentes. Una constante es que la mayoría de las consultas son de mujeres, muy pocas veces acompañadas por sus parejas, y rara vez acude un varón sólo.  Esto demuestra que la anticoncepción y la planificación familiar es vista como una cuestión de las mujeres, un recorte sexista y discriminatorio que se visualiza también en las más grandes. En lo que va del año se realizaron en el Hospital 3 vasectomías mensuales, contra un promedio de entre 20 a 24 ligaduras de trompa mensuales.

Para Schule la disminución de los embarazos adolescentes en el Hospital se debe, entre otros aspectos, al incremento en la colocación de implantes subdérmicos,  los más recomendados para la anticoncepción en adolescentes.  En 2016 se colocaron en el hospital 23 implantes y el número fue creciendo anualmente hasta llegar en lo que va de 2019 a 166.

Si bien los datos que aporta el Registro Civil son distintos a los del sistema de salud, quedan en claro algunas cuestiones relevantes. La problemática del embarazo en adolescentes es mayor en los sectores más vulnerables. Esto implica una disminución en el acceso al derecho humano de la Salud Sexual y Reproductiva, sancionados para garantizar que las personas, independientemente de cualquier condición social o económica, puedan tomar decisiones sobre su vida sexual y reproductiva con libertad, confianza y seguridad,  con la libertad para decidir si tener o no hijos, la cantidad y el espaciamiento entre ellos.  Se debe asegurar, además, que puedan acceder a información y planificación, a métodos anticonceptivos y al aborto legal y seguro en casos estipulados por ley, así como a los servicios adecuados sobre fertilización asistida y servicios de salud pre y post embarazo.
“Los datos que tenemos nos llevan a pensar que hay políticas públicas que están fallando”, analizó la directora del Registro Civil. Tanto ella como el resto de las profesionales consultadas evidenciaron un alto compromiso y eficiencia para trabajar con este problema. Sin embargo, a la luz de las cifras, resulta evidente que esto no es suficiente, y la visibilización de estos datos permite dar cuenta donde hace falta más presupuesto, donde hace falta más atención en las propuestas de campaña, y porque es importante empezar a mirar con enfoque de género, ahora que si nos ven.

Datos de embarazo adolescente del sistema de salud público y privado en Río Cuarto

Neoclínica:

Registra cerca del 50% del total de los nacimientos que se realizan en el sector privado.

En 2018 tuvieron allí 58 casos de embarazos en adolescentes, fueron un 3,7% del total.

En lo que va de 2019 bajó a 46 pacientes, un 3,6%.

Maternidad Kowalk:

En lo que va de 2019 tuvieron 1212 partos, de los cuales 23 fueron de mamás de 14 a 16 años y 111 corresponden a la franja de 17 a 19.

Hospital San Antonio de Padua:

De julio de 2018 a julio de 2019, tuvieron 60 nacimientos en menores de 18 años. De un total de 633 pacientes, da un porcentaje de 9.47%.

Del total de nacimientos en adolescentes el 15.55% se presentó en pacientes entre 13 y 15 años, mientras que el 84.45% fue de los 16 a 18.

 

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