Actualidad Mujeres al frente

La Rebelión huele a flores

Natu Milía acompañó la protesta de las mujeres indígenas que durante once días ocuparon de manera pacífica el Ministerio del Interior, hecho que fue organizado por el Comité de Mujeres Indígenas de Territorios en Conflicto, para reclamar por demandas que acumulan siglos. En este relato, cuenta los motivos, los deseos y las reivindicaciones que había detrás de una protesta casi invisible para los medios masivos de comunicación.

Por Natu Milía

Hambre, sed, hostigamiento, indiferencia, discriminación, violaciones,violencia de género, sicariatos, contaminación, femicidios, infanticidios, desmontes, megaproyectos extactivistas, silencio mediático…

No es casual que la Rebelión de las Flores Nativas hayan ocupado pacíficamente el Ministerio del Interior en tiempos de 11 y 12 de Octubre, Encuentro Nacional de Mujeres, lindero a la Casa Rosada y fecha previa a elecciones…

  • 11 y 12 de Octubre, ex día de la raza y hoy día de la diversidad cultural… a pocas cuadras se festejaba con escenario y todos los chiches tal fecha, NADIE les prestó micrófono y NADIE se acercó a acompañarlas.
  • Encuentro “Nacional” de Mujeres, con el pendiente reclamo de “Plurinacional” que incluya a todas las identidades y el cambio de estructura interna, NO les dieron micrófono o para ello les hicieron esperar horas para que su voz se diluya y muy pocas se acercaron al ministerio.
  • Uno de los bloque de demanda es la estructural: “ningún político propone en su agenda la cuestión ambiental y necesidad de los pueblos indígenas” El otro son demandas como “investigación de procesos irregulares del aparato legal en desapariciones y asesinatos en todos los territorios”.
  • Ellecciones: “Gane quien gane, siempre pierden los pueblos indígenas, nuestros pedidos seguirán firmes, es necesario nacer de nuevo como país, porque este es un país históricamente racista, no sólo tenemos quejas, demandas y muchos reproches completamente legítimos a las políticas de este estado racista y colonial, sino que además tenemos propuestas y queremos que este gobierno, que ya se está yendo, si no todas estas propuestas, que el pueblo argentino las tome y pueda luchar en la calle junto a nosotras”.

“Las Mujeres Indígenas de distintos territorios en conflicto de Argentina decimos BASTA al TERRICIDIO, nosotras somos dadoras y guardianas de la vida y venimos a decirle basta a este sistema capitalista, racista y patriarcal que está poniendo en riesgo la vida del planeta. Acusamos de terricidio a los gobiernos y a las empresas que están asesinando nuestros territorios. Llamamos terricidio al asesinato no sólo de los ecosistemas tangibles y de los pueblos que lo habitan, sino también al asesinato de todas las fuerzas que regulan la vida en la tierra, a los que llamamos ecosistemas perceptibles. Estos espíritus son los responsables de que la vida continúe y ellos están siendo destruídos conjuntamente con su hábitat. No habrá posibilidad de reparar y reestablecer estos ecosistemas por más que se pueda reforestar o crear espacios verdes, las fuerzas que habitan estas áreas desaparecerán para siempre y estamos a tiempo de evitarlo. El emergente social hoy es la tierra y nosotras somos voceras de su dolor.”

CASOS PARTICULARES DE HERMANAS QUE VINIERON A LA OCUPACIÓN:

Zulma es Qom y vive en Formosa, hace 4 años atrás acompañó a su hijo al hospital público, allí los médicos la convencieron de dejarlo internado, 2 días más tarde fue verlo y Marcelino Olaire, su hijo de 32 años no estaba, había desaparecido, nadie le dió explicación, ninguna palabra, la despacharon con desprecio de cada puerta de las distintas oficinas a las que fue a pedir ayuda.

 

Alejandra es Qom y es de Chaco, su hijito de solo 13 años, fué asesinado por la mano cobarde de un policía, que disparaba a ciegas a un grupo de familias Qom q habían ido a reclamar a un supermercado por no recibir las tarjetas sociales, coincidió que el niño caminaba por la misma calle por la que corrieron los manifestantes para salvar sus vidas, él iba ajeno e ignorando lo que sucedía, su asesino está libre, y Alejandra está presa de su dolor, y de las pesadillas, todos las noches viene Ismael Ramírez a visitarla, la abraza le dice cuanto la ama y se arrulla en sus brazos como cuando estaba vivo.

Reinalda es Mbya Guaraní de Misiones, vino a reclamar agua potable para sus hijos y todes les niñes de la comunidad, que cada día y a cada hora toman agua contaminada por las empresas mineras buscadoras de piedras preciosas, éstas empresas dejaron allí 6 pozos abiertos, profundos, que se han llenado de agua, han pasado varios gobiernos, hasta aquí ninguno se ha dignado a taparlo, mueren les niñes al caer en ellos. Todas mis hermanas asoladas por el hambre y la desnutrición de sus hijes, reducidas en territorios diminutos y contaminados.

«El chineo» niñas de 8 a 10 años violadas por criollos que las eligen en un ritual perverso que ha sido por siglos socialmente aceptado, a los que ni la sociedad, ni el estado, ni siquiera los caciques se han opuesto, María de Formosa, lo contó con lágrimas y bronca, todas callamos y nuestros rostros se mojaban de dolor, también hace tres meses que la policía de Formosa tiene a uno de sus hijos detenido y torturado con una causa armada y al mismo tiempo se enteraba que mientras ella estaba en la ocupación, volvieron a entrar a la escuela para buscar a una de sus hijas y secuestrarla, cosa que no lograron.

Me llamo Natalia Milía y, como varixs autoconvocadxs, fuí cada día a la ocupación y una noche me quedé a dormir y pude escuchar y conocer a cada hermana, verles sus ojos devastados por la indiferencia de la sociedad, por la desesperación de no saber cómo van a seguir día a día con sus vidas, vidas erradicadas del “conciente e inconciente colectivo” tal cual el desmonte que las rodea, escuché en sus voces el atravesado llanto en sus oratorias cuando te contaban que a sus hijxs lxs maltratan, les pegan y ningunean en las instituciones escolares especialmente la propia aestranza y que no quieren ir más, otras reflejan el dolor en sus cuerpas por tener que levantarse cada día a la madrugada y caminar varios kilómetros para conseguir agua potable de un arrollo, y que cuando éste está seco, otros tantos pasos deben sumar para llegar a un pozo que contiene agua no potable y con todo lo que conlleva tratar de limpiarla, porque en las poblaciones de su alrededor, les dieron la red pero se “olvidaron” de ellxs, otras hermanas atravesadas por la constante e histórica lucha por recuperación territorial, perseguidas por sicarios contratados por las empresas extractivistas enfermas de codicia por arrasar con todo para implantar pistas de esquí, embalses que servirían para explotar oro, megaminerías contaminantes y fracking, y son pocos los cuerpxs defendiendo miles de hectáreas de territorios con el riesgo contínuo de ser ejecutados por las armas de fuego de las fuerzas pagadas por el Estado, que ya ha pasado más de una vez y que escasos casos son los que se conocen. Imaginémonos un instante en esas cuerpas ¿Qué harías?¿Qué sentirías? Mientras el ojo mediático ubicaba en primera plana lo que sucedía en Ecuador, me indignaba mucho que no haga el paralelismo con lo que pasa acá también, las hermanas durmiendo como podían, asinadas en el hall de entrada del Ministerio, muchas tuvieron que encadenarse frente a amenazas de desalojo, algunas personas de la guardia les decían cosas horribles y algunas veces, para ir al baño, hacían que entraran de a una para aislarlas de alguna manera sólo por hostigar.

Más allá de todo, también hubo mucha solidaridad, la gente se acercaba y traían donaciones, nunca faltó qué comer, colchón y abrigos, algunas personas que vivían cerca podían ofrecerles ducha, incluso personas del mismo Ministerio les ofrecían comida, abrigos, hasta ollas y garrafas para cocinar.

Todo este esfuerzo dió sus frutos ya que fueron atendidas en tres oportunidades por varios ministros de diferentes áreas, por lo menos se aseguraron que atiendan lo más urgente como la seguridad y las necesidades básicas para vivir, el resto, es mucho más difícil pero de allí sus propuestas para negociar.

Ser testigo de estos hechos, verlas poner el cuerpo de esa manera, abrazarlas, besarlas, mimarlas, cantarles, llorar y reír junto a ellas me han hecho reflexionar mucho y replantearme como mujer muchas acciones y pensamientos para continuar descontruyendo y reconstruyendo la realidad.

Ellas son nuestras guardianas, porque no sólo reclaman para sí, sino para el mundo. Estamos hablando de un cambio radical en la manera de existir, revolucionar la conciencia y quitarnos el velo de la ignorancia y la comodidad de nuestros hogares, vida creada por un capitalismo avasallante que nos obliga a no mirar afuera de sus límites.

Ellas sí son Mujeres Empoderadas. ¿Alguna vez se nos ocurriría hacer lo mismo? Imaginate cómo daríamos vuelta este mundo.

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