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Abusó de su hijastra de 10 años, lo condenaron a 3 años de prisión “en suspenso” y ahora está prófugo

Por: Carina Ambrogi

La niña de 10 años había quedado al cuidado de su abuela en Misiones, cuando su madre se radicó en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, para formar una nueva familia con Telésforo Uño Flores (39). A mediados de 2018 la trajeron con ellos para hacerse cargo de las tareas domésticas y el cuidado de su hermana menor, su mamá cursaba un nuevo embarazo y no podía con todo. Cuando el personal de la Secretaría de Niñez, Violencia y Familia (S.E.N.A.F),  tomo contacto con ella movilizados por una denuncia de una tía de la niña, la encontraron inmóvil en una habitación oscura, vestida de invierno en pleno verano. La ropa le cubría los moretones violáceos, amontonados, imposibles de disimular desde los dedos del pié hasta el torso.

El informe que elaboro SENAF da cuenta de que los golpes eran propiciados por su padrastro con una manguera de camión, por diversos motivos, porque la comida estaba “demasiado salada”, o por no querer acceder a tener relaciones sexuales con él. Su mamá no estaba en la casa la cuando llegaron a rescatar a la niña porque según relató una familiar estaba siendo atendida en el hospital, el parto del hijo que esperaba se habría adelantado por los golpes de su marido. Además de la violencia física y maltratos psicológicos, Telésforo Uño Flores abusó sexualmente de la niña. El Fiscal de cámara pidió 6 años de prisión efectiva, en un caso cuya escala penal podía ir desde los 3 hasta los 10 años. Los hechos detallados por el informe de SENAF,  se acompañaron por cámara Gesell a la niña y a su hemanita menor (4), e informes forenses, uno de los cuales reveló por ejemplo “múltiples hematomas en región posterior de tronco y ambas extremidades, superiores e inferiores, bilaterales de considerable tamaño, algunos con signos de flogosis, otros con excoriaciones en etapa de crosta”.

Ante tamaña evidencia, el  Juez de Cámara Emilio Andruet no pone en duda que el delito se cometió: “los elementos de prueba demuestran con certeza absoluta la existencia material de los hechos”, dice en la sentencia, pero le dio al violento una pena de 3 años de prisión en suspenso, por lo que quedó en libertad.

Los argumentos de la bronca

El caso tomo estado público mediante un informe periodístico elaborado por el periodista Pablo Callejón, y despertó la rápida indignación de integrantes de la justicia de la ciudad, de colectivos y organizaciones sociales, e instituciones. Más de 30 agrupaciones firmaron un comunicado en el que se repudió la mínima pena que sentenció un Juez cuyos argumentos, una vez conocida la sentencia, sembraron aún más indignación.

El delito por el que se acusó el violento fue “lesiones leves agravadas por mediar violencia de género y Abuso Sexual Simple agravado por la situación de convivencia preexistente, en concurso real (art. 89 en función del art. 80 inc 11, 92 119 primer y último párrafo del CP)”. Entre los atenuantes de la pena hay tres que sorprenden, el primero que el adulto sea “sostén económico del hogar”. Este argumento hace pensar que la violencia económica, una de las más enraizadas y dañinas de la cultura patriarcal, pueda ser en vez de castigada (tal como lo indica la ley de Prevención y erradicación de todo tipo de violencia contra la mujer), atenuante de una pena para quien la ejerce. Uño Flores es propietario de camiones y gana la suma de tres cientos cincuenta mil pesos por mes aproximadamente.

El segundo argumento señala que “ha tenido instrucción incompleta, ya que solamente cursó el primer año del ciclo secundario, por lo tanto no ha tenido la formación intelectual y moral suficiente que le permitiera la plena comprensión del disvalor de su accionar y reflexionar sobre lo inadecuado de su conducta». De esto se desprende que las personas de menor formación educativa deben ser eximidas de las penas, mientras que los más educados no, cuando la estadísticas carcelarias del país muestran instituciones repletas de hombres y mujeres pobres de escasa formación. Por otra parte, y contrario a este argumento, la misma Cámara hacía pocos meses había dictado la libertad condicional de un docente de secundario y abogado acusado de violencia de género a una adolescente y abuso sexual a una menor.

El tercer atenuante habla de que el imputado “no tenía delitos previos”, lo que sumado a los argumentos antes mencionados y otros, le dieron la libertad.

El Instituto Nacional de las Mujeres, al tomar conocimiento de la causa ofreció al Fiscal trabajar  junto a su área de litigios estratégicos para apelar la condena, pero el Fiscal consideró que era un proceso sin sentido ya que cuando el fallo fundamenta la sentencia y está dentro de la escala penal no se puede modificar.

La nueva causa de violencia

A pocas semanas de la libertad del condenado, nuevamente un informe periodístico de Pablo Callejón reveló que la SENAF había acudido al domicilio de Uño Flores por una nueva denuncia de una familiar de la mujer, y comprobaron que tanto la mujer como su hija menor habían sufrido violencia.

Estela Larrarte,  responsable del organismo en Río Cuarto, expresó que se acompañó a la mujer junto a los equipos técnicos para que pudiera denunciar lo que estaba viviendo. Cuando la justicia tomó conocimiento de esta nueva denuncia pidieron la prisión para Uño Flores, pero cuando fueron a buscarlo ya estaba prófugo.

Esta semana se conoció que se presentó un hombre diciendo que era el imputado, con su DNI, pero se trataba en realidad de un familiar de contextura similar. El hombre de identidad falsa esta preso y el imputado sigue con paradero desconocido.

La niña de 10 años volvió a vivir con su abuela “ella está muy bien ahora, ya está yendo a la escuela de nuevo”, dijo a La Marea Noticias su tía. Esperan que en poco tiempo su mamá junto a sus hermanos y hermanas puedan reencontrarse con ellas e intentar rearmar el vínculo familiar en un entorno sano.

Uño Flores tiene pedido de captura nacional y presumen que podría intentar cruzar la frontera.

 

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