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Traslasierra: el 88,4% de las mujeres que denuncian sufrió violencia en el ámbito doméstico

Así lo indican los datos publicados por la organización de acompañantes comunitarias “Mujeres de Traslasierra”. La colectiva feminista realizó el primer Observatorio de violencia de género a mujeres de Traslasierra (Córdoba). Este 25 de noviembre presentaron la sistematización correspondiente al período que va de marzo del 2020 a julio del 2021.

Por Romina Pezzelato

 

«Mujeres de traslasierra» es una organización feminista conformada desde la primera marcha del Ni Una Menos en 2015, y sostiene su activismo principalmente en la zona de Mina Clavero y Cura Brochero.

Se organizan desde entonces acompañando a mujeres que viven situaciones de violencia en el departamento San Alberto y este 25 de noviembre presentaron su primera sistematización de los 43 acompañamientos realizados entre marzo de 2020 y julio de 2021.

Desde La Marea Noticias conversamos con Mary Ordoñez una de sus integrantes quien nos compartió cómo suceden los acompañamientos que realizan: “El acompañamiento consiste en realizar una primera entrevista en la que se empieza a completar una ficha (que diseñamos nosotras). Los realizamos en parejas para también sostener juntes y acompañarnos en un proceso que en solitario resulta más complejo”.

En función de las necesidades que detectan en el encuentro, realizan el acompañamiento “que a veces tiene que ver simplemente con escuchar para que la persona se ordene, puede implicar acompañar a hacer la denuncia, o si la denuncia ya está hecha, acompañar en el proceso judicial (acompañar a tribunales, pedir turnos, gestionar la asesoría letrada…). Muchas veces lo judicial no tiene que ver con denuncias sino con régimen de visitas o con la cuota alimentaria. El acompañamiento es algo muy amplio”, agrega la entrevistada.

El observatorio surgió  como una necesidad de la organización de poder contar con datos sistematizados de los acompañamientos que realizan. Los socializan con la finalidad de incidir en las políticas públicas diseñadas e implementadas en el territorio, ya que, según Mary a veces faltan respuestas a las necesidades concretas. Los datos son acotados pero es un pantallazo de la zona”, afirma.

Recorremos aquí los principales datos del informe realizado por las «Mujeres de Traslasierra»

 

Los datos

Según se lee en el informe publicado, las 43 mujeres (cis) que atravesaron situaciones de violencia y fueron acompañadas por la organización pertenecen al Departamento San Alberto.

El 41,9% tiene como lugar de residencia el municipio de Mina Clavero y el 18,6% Villa Cura Brochero y el resto de los acompañamientos han sido también a mujeres (cis) de la zona norte del Valle de Traslasierra.

En relación a las edades, si bien los diversos tipos de violencia de género son vividos en diversos ámbitos durante toda la vida de las mujeres cis, trans, travestis y no binaries, “Mujeres de Traslasierra” propone un análisis en relación a los datos sistematizados “que nos permitan encender alertas en ciertos grupos etarios”.

De acuerdo a los datos estadísticos proporcionados por la “línea 144”, creada para cumplir con la reglamentación establecida por la Ley 26.485 de Protección Integral de las Mujeres, desde enero a diciembre de 2020 se recibieron 108.403 comunicaciones a las tres sedes de dicha línea 144. Del total de llamadas, el 98% de las personas que se comunicaron son mujeres (cis) y el 63% tienen entre 15 y 44 años. En el informe de la misma línea entre enero y junio del 2021, de las 52.072 comunicaciones recibidas el 97% son mujeres (cis), de las cuales, el 61% tienen entre 15 y 44 años.

 

En Traslasierra

De acuerdo al Observatorio de Mujeres de Traslasierra, el total de las personas acompañadas son mujeres cis, de las cuales el 81,4% tiene entre 15 y 50 años. Mientras que el 19% restante tiene 51 años o más. La mayoría de las mujeres (cis) acompañadas por la organización se encuentran dentro de un rango etario comprendido entre los 31 y los 40 años, representando el 27,9% del total.

El análisis del informe avanza vinculando los datos regionales con las cifras a nivel nacional:  «Según el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina elaborado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el 2020 hubieron 251 víctimas directas de femicidios, de las cuales 244 eran mujeres (cis). Según este registro el promedio de edad de las víctimas directas de femicidio fue de 37,9 años y el grupo etario con la tasa más alta fue el de 35 a 44 años (2,06 víctimas directas de femicidio cada 100.000 mujeres). El promedio de edad de las personas acompañadas por Mujeres de Traslasierra y registradas en el observatorio es de 38,26 años. Pareciera ser que hay momentos en las vidas de las mujeres en los que el riesgo de sufrir violencia e incluso de ser víctimas de femicidio es mayor.  Otro dato a considerar en relación a las características de las mujeres (cis) que vivieron situaciones de violencia en Traslasierra es el vinculado a la responsabilidad de las mismas para con sus hijas e hijos: el 93,02% de las personas acompañadas tiene al menos una hija o hijo con quien convive ocupándose de las tareas de cuidado»

 

Es fundamental considerar esta dimensión para comprender de manera más integral la problemática de la violencia de género que también impacta sobre las niñeces

 

En relación a los niveles educativos formales el 27,9% de las mujeres acompañadas alcanzó estudios de nivel terciario, mientras que el 23,3% alcanzó el nivel secundario. En menor proporción, el 20,9% logró el nivel primario y el 9,3% el universitario. El 18,6% no aportó datos sobre este aspecto.

 

En cuanto a las ocupaciones, la mayor parte de las mujeres acompañadas realiza trabajo doméstico y tareas de cuidado, representando el 18,6% del total. El 13,9% indica ser empleada sin especificar la tarea que realiza y el 11,7% trabaja en tareas de limpieza.

 

Tipos de violencia 

Las personas pueden haber vivido más de un tipo de violencia, por lo tanto, el tipo de registro es de respuesta múltiple. A nivel nacional, las estadísticas del 2020 de la línea 144 mencionan que el 95% de las personas refirieron el ejercicio de violencia psicológica por parte de su agresor y el 67% violencia física. Mientras que el 37% afirmó haber estado en situación de violencia económica y patrimonial, el 34% indicó violencia simbólica y el 13% violencia sexual. Este mismo informe, pero del primer semestre del 2021 indica que el 96% manifestó haber atravesado violencia psicológica, el 69% violencia física, el 42% violencia económica y patrimonial, el 35% violencia simbólica y el 14% violencia sexual. El Observatorio de Traslasierra arroja datos coincidentes con los datos nacionales. Tal como se observa en el siguiente gráfico la violencia psicológica es la más mencionada por las mujeres acompañadas, representando el 45,7% del total de los tipos de violencia. En segundo lugar, se ubica la violencia física, con el 25,9%. Le sigue la violencia económica y patrimonial, con el 18,5% y luego la sexual, representando el 9,9%.

 

A lo largo del 2021 el Observatorio incorporó el registro de las violencias institucionales en base a la repetición de relatos vinculados a la misma. De los 16 acompañamientos realizados hasta el mes de julio, el 50% indicó haber vivido alguna situación de violencia institucional. El 28,6% señaló que la violencia ocurrió en la Unidad Judicial encargada de tomar la denuncia; y el 21,4% en la policía. A su vez, el 14,3% señaló haber sufrido violencia institucional en alguna sede de Tribunales. El mismo porcentaje señaló a las Comunas o Municipios y a la UDER. Finalmente, el 7% mencionó vivir este tipo de violencia en áreas de la mujer estatales.

En relación a los ámbitos de la violencia, en Traslasierra el 88,40% de las mujeres transitaron violencia en el ámbito doméstico, el 4,6% vivió violencia en el ámbito laboral y el 7% atravesó una situación en un ámbito no definido por la ley.

 

Características del agresor

En primer lugar, cabe mencionar que el 100% de las mujeres acompañadas en Traslasierra manifestaron que su agresor era varón (cis). Del total de acompañamientos realizados 35 de los agresores eran parejas o ex-parejas, lo que representa el 81,4%. En 2 casos el agresor era un compañero de trabajo; en 2 situaciones se trataba de familiares indirectos (suegro y padrastro); 2 de los agresores eran vecinos de las mujeres acompañadas y en otros 2 casos se trató de hombres conocidos por la mujer

En cuanto a la frecuencia de la violencia, los datos del Observatorio indican que en el 65,12% de los casos es frecuente. El 23,25% señaló que es esporádica y el 6,98% advierte al momento de la entrevista que la violencia está en aumento.

La denuncia es una herramienta mencionada por la organización como tal, así como las medidas de protección que pueden solicitarse a la justicia para resguardar la integridad de la persona. Desde Mujeres de Traslasierra se considera que no toda situación de violencia requiere de la intervención del Estado de forma judicial, así como reconoce la importancia de trabajar en el fortalecimiento de la mujer para que pueda tomar la decisión y llevar adelante todo lo que implica el camino de acceso a la justicia.

 

Valoraciones del acompañamiento, necesidades y aportes de la organización

Del total de acompañamientos realizados, en el 39,53% de los casos las acompañantes identificaron un riesgo alto. El 23,26% corresponde al riesgo medio y el 34,88% a riesgo bajo.

En cuanto a las necesidades expresadas por las personas acompañadas, es posible mencionar que según el Observatorio de Traslasierra el 46,51% requiere “contención” y el 19,76% requiere atención psicológica. Por otro lado, el 13,95% corresponde a la necesidad de asesoramiento y patrocinio legal, mientras que el 15,12% se corresponde con necesidades económicas. Este punto también incluye la necesidad habitacional, lo que puede implicar salir del hogar en el que convive con el agresor de forma urgente, siendo necesaria la gestión de hospedaje transitorio al no contar con un refugio especializado; en otros casos puede implicar la exclusión del hogar del agresor o la búsqueda de alquiler por parte de la persona agredida. Estos casos requieren de un ingreso económico para solventar el pago de la vivienda, recordemos que en la mayoría de los casos las mujeres acompañadas tienen hijos e hijas a cargo. En un porcentaje mejor, el 4,65%, se hizo alusión a la seguridad como demanda inicial en la entrevista.  Los aportes que realiza la organización están vinculados a gestiones frente al Estado o mediante redes comunitarias para dar respuesta a las necesidades planteadas por las personas acompañadas.

Deudas pendientes

Sentencia el informe socializado por las “Mujeres de Traslasierra” a la luz de los datos recolectados, en virtud de todo lo que falta garantizar por parte del estado en la región.

En la actualidad no hay en Traslasierra refugios con equipos interdisciplinarios especializados y sólo algunas localidades cuentan recientemente con áreas de la mujer o puntos mujer. Las vícitimas de violencia se siguen enfrentando a algunos profesionales en el ámbito judicial sin perspectiva de género que revictimizan y ejercen violencia institucional, se expresa en el informe.  Y refuerzan:

«no contamos con políticas laborales que fomenten el desarrollo de las mujeres en el mercado laboral a lo largo de todo el año.  Los datos presentados buscan aportar información sobre una problemática que está muy presente en el Valle de Traslasierra y que no se ve acompañada de políticas públicas que permitan abordarla integralmente como corredor. Es decir, que involucre acciones coordinadas entre los municipios y comunas para brindar respuestas eficaces e integrales a quienes atraviesan situaciones de violencia»

 

Femicidios y desaparecidas en Traslasierra

El informe finaliza con la mención de femicidios recientes y las desaparecidas que aún buscamos en Traslasierra.

El Valle de Traslasierra, específicamente el Departamento de San Javier cuenta con dos mujeres que aún están desaparecidas, se trata de Silvia Gallardo desde el 12 de febrero del 2014; y Delia Gerónimo Polijo, desde el 18 de septiembre del 2018. A su vez, recientemente la Justicia de Córdoba dictó prisión preventiva para Juan Murúa, femicida de Marisol Rearte y su hija, Luz Morena Oliva. Ambas se encontraban desaparecidas desde el año 2014.  A este registro se suma el femicidio de Claudia Carrizo, una mujer de 43 años, madre de tres hijos y empleada doméstica asesinada el 23 de junio de 2016 en la localidad de Las Tapias. El femicida, Eduardo Domini era su ex pareja y fue sentenciado con la pena de prisión perpetua en agosto del 2018. El 20 de enero del 2021 en la ciudad de Villa Dolores Nilda Peano, de 57 años, fue asesinada por su esposo, Luis Aguirre, quien luego se suicidó.

 

 

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