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Festejar errores

Por: Carina Ambrogi.  Foto: Gobierno de la Ciudad de Río Cuarto

Esta semana el Intendente de la localidad de Río Cuarto, Juan Manuel LLamosas, junto al Secretario de Salud municipal, Marcelo Ferrario, celebraron el año de vida del Dispensario S24 con la foto de una mamá junto al hijo que alumbró en el centro de atención primaria, al que asistió sin saber que estaba embarazada.

“La mujer va a un servicio de atención 24 horas, cuando los médicos la examinaron e interpretaron que se trataba de un embarazo llamaron al servicio 107 para derivarla al hospital, y hasta que llegó la ambulancia se realizó el trabajo de parto” indicó a La Marea el Secretario de Salud. Según relató la mujer “negaba que estaba embarazada, cuando nació el chico no entendía nada, estaba medio como atontada”.

Ante la publicación del caso por parte del estado como “una buena noticia”, se alzaron diversas voces que llamaron la atención sobre la falta de atención de las autoridades a la situación de vulnerabilidad de la mujer que se expuso. “Me parece fantástico que le hayan resuelto el problema en el 24 horas, pero no es allí a donde se debería haber realizado el parto. La mujer debería haber estado preparada, con conocimientos, tener las ecografías que corresponden, los análisis con las serologías para saber que no le iba a transmitir enfermedades a su bebe, conocer la viabilidad fetal y haber llegado a parir al lugar que corresponde como es la maternidad o el hospital. Me parece fantástico que festejemos que a pesar de todos los errores esto haya salido bien, pero no podemos seguir festejando errores”, señaló la funcionaria de la Maternidad Kowalk Matilde Glineur Berne.

En la misma línea las periodistas agrupadas en la Comisión de Género y Equidad del Cispren Río Cuarto,  emitieron un comunicado en el que reclaman por más políticas de salud sexual y reproductiva, y llaman la atención sobre cuestionamientos que surgen a raíz de la difusión de este hecho: “Ante la situación de vulnerabilidad de la mujer que quedó expuesta mediante la publicación de este caso por parte del Estado nos preguntamos: ¿Cómo es posible que una joven de la ciudad, que concurre a un dispensario municipal, haya transcurrido un embarazo sin la atención médica adecuada? ¿Por qué una joven no se alarma si no menstrúa o si lo hace de manera irregular? ¿Qué rol cumple el estado en acompañar la planificación familiar?”.

Hace algunas semanas en este medio se publicó una nota titulada “Niñas madres en Río Cuarto”, en la que se expuso que desde la maternidad alertaron sobre la falta de controles de muchas mujeres que llegan al centro de salud a las 36 semanas de gestación sin haberse realizado controles previos de embarazo, los que según el protocolo municipal deben realizarse en los dispensarios barriales.

Al ser consultado sobre las posibles causales de esta situación, el secretario de salud indicó que para determinarlo hay que analizar muchos factores, entre ellos el nivel socio cultural y educativo de las mujeres.  Respecto del alto índice de embarazos no deseados que se atienden en la maternidad, el funcionario indicó: “Hay que analizar muchos factores sobre la realidad de esos embarazos no deseados, la realidad no es solo de Río Cuarto, tengo entendido que esas cifras en otras localidades son mucho más altas. Hoy el inicio de las relaciones sexuales en los jóvenes es mucho menor que en otros años, también se ve la aparición de enfermedades infecto contagiosas que antes las teníamos controladas y ahora han vuelto por las formas en que se tienen las relaciones sexuales sin cuidado y por la promiscuidad que existen en las mismas y todo contribuye a que también exista la posibilidad de un embarazo no deseado”.

Por su parte la Doctora Glineur Berne dijo que lo que falta es educación sexual y mayor presencia del estado en la atención de la salud: “lo que venimos planteando es que hace falta el trabajo en los dispensarios, que haya gente que este compenetrada en los barrios, ya sean asistentes sociales o lo que se denominaban las “manzaneras”, que recorran el barrio y reconozcan la problemática, para detectar y atender si hay embarazos adolescentes, abusos o  violencia familiar”.

La evidente ausencia de perspectiva de género por parte de las autoridades municipales al anunciar como un caso de éxito y exponer ante toda la ciudad la situación de una mujer que da a luz a un bebé del que desconocía hasta entonces su existencia, deja un amargo sabor al menos en un sector que se ha mostrado como el más activo en las calles en los últimos tiempos. La ausencia de atención a los reclamos de género en propuestas visibles de las campañas políticas no son novedad, y trascienden, como también los alarmantes indicadores de embarazos adolescentes o la falta de conocimiento sobre salud sexual, reproductiva y planificación familiar, al escenario meramente local.

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