De ESI si se habla

NACIONALES. Interpelar un modelo violento de masculinidad

Liliana Maltz, especialista de Educación Sexual Integral aseguró que las escuelas no cambian la identidad de género ni la orientación sexual de sus alumnos y sostuvo que la Educación Sexual Integral (ESI) es una oportunidad para fortalecer vínculos, resolver las diferencias e interpelar a un modelo violento de masculinidad, en tiempos donde se dificulta estar con el otro y cada vez hay más femicidios. También rechazó la banalización de los abusos sexuales y violaciones que surgen de actores sociales y en los medios de comunicación.

Cada cinco minutos nace un bebé de una madre adolescente y cada tres horas uno cuya madre tiene entre 10 y 14 años. Ante esta realidad, dialogamos sobre la importancia de la Educación Sexual Integral (ESI) con la psicóloga social Liliana Maltz, quien es licenciada en Ciencias de la Educación, diplomada superior y especialista en Gestión y conducción del sistema educativo y sus instituciones,  capacitadora en espacios educativos y comunitarios, y especialista en el área de Educación Inicial y de Educación Sexual Integral.  Uno de sus últimos libros se titula “Educación Sexual Integral. Una oportunidad para la ternura”.

 

 

 

–¿Qué es la educación sexual integral (ESI)? ¿Es un derecho, una obligación?

-Es tanto un derecho como una obligación. A partir del año 2006, en que se sancionó la Ley Nacional 26150 de ESI,  las  niñas, niños y adolescentes tienen el derecho de recibirla en  todas las escuelas de todos los niveles, tanto de gestión estatal como de  privada. Por lo tanto, también es una obligación del Estado (a través de sus  organismos competentes) el darla. De todos modos creo que además de ser un derecho y una obligación, también es una necesidad, una apuesta y especialmente, una oportunidad….  Respecto del marco legal, a la Ley Nacional 26150, se le suma la Resolución Nacional  340/18  que vuelve a insistir que se incluya la ESI tanto de manera transversal como en espacios específicos y que todas las escuelas tengan un equipo docente referente de ESI.

Algunas provincias y CABA han elaborado sus propias leyes o resoluciones,  o bien, redactaron adhesiones,  siempre   en consonancia con la Ley Nacional. De todos modos,  y a 13 años de sancionada, hay que destacar que  aún no se cumple en muchas provincias.

Algunos de los objetivos mencionados en la ley son: incorporar la ESI en las propuestas educativas; asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los aspectos involucrados en la ESI. Este criterio es central para dar un marco a los contenidos, no “vale” dar lo que cada docente  opine o lo que las familias consideren.  Procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres; promover actitudes responsables ante la sexualidad; prevenir problemas relacionados con la salud en general y la salud reproductiva en particular.

Agregaría, más caseramente, que lxs chicxs puedan ser más libres. Que apuntemos a una sociedad más solidaria y humana.

Desde el marco legal,  se deriva también, un marco curricular.  En su momento, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación y los organismos competentes elaboraron una serie de cuadernillos y materiales fundamentales para la implementación en las aulas de la ESI.

 

 

 

-¿Qué efectos tiene o debería tener respecto a nuestra forma de vincularnos-relacionarnos?

-Considerando la perspectiva integral de la ESI, que incluye lo que hace a la afectividad y los vínculos, pienso  y deseo que debería impactar en el hecho de poder ser más respetuosos de las diferencias, en aprender a  ponernos en el lugar del otrx para que  la empatía le gane a la  crueldad en el modo de vincularnos.  Debería y desearía que impacte también, en el hecho de  poder resolver nuestras diferencias y conflictos mediando la palabra y reaprender a hacerlo “cara a cara”. Y especialmente, que pueda impactar  en el vínculo entre  hombres y mujeres, revisando modelos y estereotipos, interpelando un modelo  violento de masculinidad. Considerando la cantidad de femicidios en lo que va del año, destaco  con fuerza este efecto:   que cese la violencia de género en los vínculos.

-¿Cuál es la concepción de sexualidad que se plantea?

-Se plantea una concepción integral de la sexualidad, que no incluye solamente lo biológico, que es la principal  dimensión a la  que siempre  asociamos la sexualidad,  sino también lo psicológico, emocional,  socioeconómico, cultural, ético, jurídico.

-¿Por qué para usted la educación sexual integral es una oportunidad para la ternura?

-Elegí ese título para mi libro porque creo que la ternura es un afecto central para poner en valor en los tiempos que corren. Y no lo pienso en un sentido “naif” sino que lo pienso en un sentido profundamente político. Siguiendo a Ulloa: para resistir “la barbarización de los lazos sociales que atraviesan nuestros mundos” es decir, para fortalecer nuestros lazos en una época en la que prima la discriminación y segregación de lo diferente, el individualismo,  la competencia   y el “sálvese quien pueda”. En la que prima  el consumo como ideal de felicidad.  Que privilegia  la comunicación  a través de las pantallas, situación  que complica el modo de vincularnos en las escuelas, en las que nos encontramos con cuerpos reales sin pantallas que mediaticen las relaciones.

Y la ESI, desde todos sus ejes, pero especialmente en relación a uno de ellos: valorar la afectividad, es una gran oportunidad para  pensar en el armado de otros vínculos por los que circule la empatía (uno de los componentes  de la ternura) y, para  poder ponernos en el lugar del otro en toda su diferencia.

En el libro comparto experiencias de sala y con familias  que se llevaron adelante en distintos jardines en CABA  que muestran que esto es posible.

 

 

 

-¿Por qué hay rechazos a la ESI, fundamentalmente después del debate por la legalización del aborto? Incluso padres que bajo la consigna “Con mis hijos no te metas”… “No quiero que mi hijo se convierta”… rechazan la implementación de la educación sexual.

-Es un tema bien complejo, que ha generado y  genera grandes discusiones.  Durante el debate, “Todas las voces todas”, oficialistas y opositoras,  se mostraban a favor de la ESI, algunas planteaban: no al aborto, pero si a que en las escuelas lxs chicxs reciban ESI, pero… “llamativamente”, una vez que no se aprobó el proyecto en el Senado, los grupos opositores  se envalentonaron y comenzaron a decir: aborto no y ESI: …tampoco!!!

Por un lado hay grupos que fogonean  con muchas mentiras  e información falsa con el fin de desacreditar a la ESI y volver a la prehistoria, sosteniendo aún en los tiempos que corren, la idea de  una única familia normal, una única posibilidad de ser hombre o mujer, y todo lo que no corresponda a estas ideas, como la homosexualidad  y transexualidad,  entra en la categoría de patológico o enfermo.

Estos grupos mienten  diciendo que se promueven masturbaciones grupales en el nivel inicial  o que se obliga a los varones a disfrazarse de princesas, entre otras barbaridades.

Es importante remarcar que en las escuelas no se obliga a nadie a hacer lo que no desea, al contrario, la ESI propone alojar lo que lxs chicxs traen y escuchar sus intereses y necesidades  para darles lugar.

Lxs chicxs “no se convierten”, es decir no  cambian su orientación sexual o identidad de género por lo que la escuela haga o deje de hacer. Nada es tan lineal, son procesos sumamente complejos.

Los chicos si  “se convierten”, o al menos esa es la intención, en sujetos más libres,  respetuosos de las diferencias , defensores de sus derechos, solidarios,  felices y cuidadosos con sus cuerpos,  pudiendo revisar y desnaturalizar mandatos y estereotipos de género. Es decir, lo que habilita la  ESI es que todxs, aun quienes escapan a cualquier etiqueta, puedan mostrar lo que sienten, lo que les hace bien  o lo que les molesta. La mochila o la responsabilidad de lxs docentes pasa por decidir alojar o no lo que ellxs  traen, darle lugar a sus múltiples modos de ser y sentir sin imposiciones de ningún tipo.

Vengo trabajando desde el 2006 en  escuelas, tanto públicas como privadas en capacitación docente sobre estos temas   y puedo asegurar  que muchas familias aceptan, apoyan y valoran la ESI y se acercan a lxs docentes para plantear sus inquietudes y pedir ayuda,  el tema es que esto no sale en los medios. Y  no es casual. Por otra parte, hay mucho prejuicio respecto de la ESI, la tarea de la escuela es abrir las puertas y explicar de qué se trata tantas veces como sea necesario.

-Bolsonaro cuestionó la “ideología de género” en las escuelas. También lo han hecho algunos políticos argentinos. ¿Qué evaluación hace de este pensamiento?

Es otro tema bien complejo. En Brasil las fake news  estuvieron a la orden del día diciendo barbaridades respecto de la educación sexual, como algunos grupos en la Argentina, con propósitos bien claros en relación a poner en el centro de la educación  pública, creencias religiosas como si fueran verdades universales.  Quienes nos acusan de “ideología de género” se arrogan el lugar de la objetividad y la ciencia. Como si fuera científico decir que el preservativo no sirve para protegernos del VIH. Como si fuera científico decir que los nenes se visten de celeste y las nenas de rosa.

Hay algo para señalar y es que la escuela siempre domesticó los cuerpos y siempre transmitió mensajes respecto de cómo ser varón o mujer. Cuando nos enseñaba a ser dóciles y obedientes a las mujeres y fuertes y seguros a los varones, también.  No sólo cuando se le da lugar a las múltiples maneras de expresar el género, por fuera del binarismo masculino-femenino.

Lo que hace la ESI es poner en valor la perspectiva de género, que tiene que ver con pensar al hombre y a la mujer en términos de  igualdad de derechos, desnaturalizando estereotipos y entendiendo los condicionantes socio-culturales en la construcción de estas identidades   e integrando las múltiples y diversas  maneras de vivir la sexualidad. Insisto, no  las impone sino que les da lugar, que es bien distinto.

-¿Considera que este movimiento feminista permitirá que la educación sexual en las escuelas se convierta en una “vacuna social” posible contra el abuso sexual?

-Creo que el movimiento feminista es sumamente potente y valioso y viene poniendo voz a situaciones violentas hacia la mujer y  hacia las disidencias sexuales que venían siendo silenciadas, viene poniendo voz al empoderamiento de las mujeres sobre sus cuerpos. Y esto es fundamental.

De todos modos, no sé si hablar de vacuna social contra el abuso,  ya que es un asunto en el que intervienen  múltiples y muy complejas variables. Apostamos a que la ESI  pueda ser un aporte trabajando en el cuidado y respeto del propio cuerpo y el de lxs otrxs,  trabajando para comprender que su  cuerpo es “su territorio” y nadie puede hacerles  lo que ellxs no quieran;  promoviendo otros modelos de masculinidad y femeneidad, empoderando a lxs niñxs desde pequeñxs en sus derechos.  Ayudándolxs  para que  puedan diferenciar distintos tipos de  secretos, por ejemplo, los que son “para guardar” como  preparar una  sorpresa, de otros  que  les  hacen mal  y necesitan contárselos a  un/a adulto de confianza.

 

La mayoría de los abusos  se dan en  espacios intrafamiliares,  por eso justamente es central que “nos metamos”  con lxs chicxs, porque son sujetos de derecho y no patrimonio de nadie.

¿Cuál es su opinión respecto a las editoriales de la Nación titulada “Niñas madres con mayúsculas” y cierta banalización de la violación y los abusos?

En principio, me sumo a todas las voces de rechazo y felicito a las trabajadoras del diario, que en este contexto de precarización laboral, se jugaron a explicitar su desacuerdo con esta editorial.

Recordaba las conversaciones y  preguntas anteriores porque  justamente la nota expresa la voz de estos grupos anti- derechos, que se arrogan el lugar de la objetividad científica. Refieren  al instinto maternal como “lo que le nace de sus ovarios casi infantiles”, negando que es una construcción que comienza desde que se reconoce  a quien  nace con genitales femeninos y  ya se le regala una muñeca.

Transforman la defensa de un derecho reconocido en nuestro país desde el año 1921, en el Código Penal Argentino, como el de acceder a un aborto no punible en casos de violación, en un asesinato, “en una teoría reñida con el derecho a la vida”.

Intentan ponernos en el lugar de   defender la muerte  a quienes defendemos el derecho a la interrupción voluntaria  del embarazo. ¿Y la vida de  miles de niñas y mujeres  que mueren por abortos mal hechos o por nacimientos de riesgo en edades tan tempranas? Sobran trágicos  ejemplos en   estos  últimos días.  Por eso defender el derecho al aborto es también defender el derecho a la vida, para evitar más muertes por estas causas.

Intentan, también, ponernos en el lugar de  “abuelas abortistas”  que obligamos a quienes no lo   desean, a  abortar. El caso de la nena de 12 años a quien le realizaron  una cesárea obligada  en Jujuy,  muestra justamente lo contrario respecto de quién obliga a qué.

Además, como  planteas en la pregunta, la nota banaliza la situación de abuso a la que fueron sometidas estas niñas dando casi por natural el embarazo de pequeñas de 12 y 14 años, es más refieren a la admiración de estas niñas madrazas, o hablan del “valor de seguir sus embarazos tanto si fueron deseados como si fueron causados por una violación, por ignorancia o estado de necesidad”. Estado de necesidad?  Un horror!! Ninguna mención a los violadores en esa nota.

Todo este editorial es un claro ejemplo de  violencia simbólica y violencia mediática hacia la mujer, de acuerdo a la Ley 26485, de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres   y debería ser juzgada por esto.

FUENTE. Retruco

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